Washington, 9 sep (EFE).- Los republicanos de la Cámara Baja han publicado un informe en el que culpan al presidente estadounidense, Joe Biden, de la caótica salida de Afganistán y minimizan el papel que pudo haber tenido su antecesor, Donald Trump, quien llegó a un acuerdo con los talibanes para retirar a las tropas norteamericanas del país.
El legislador republicano Michael McCaul, quien lideró la redacción del documento como presidente del Comité de Asuntos Exteriores, aseguró este lunes en una conferencia de prensa que su investigación revela que el Gobierno de Biden tuvo la “información” y la “oportunidad” de evitar la caída de Kabul, pero eligió no tomar medidas necesarias para hacerlo.
“Eso es una vergüenza y considero a Biden responsable”, afirmó McCaul, quien amenazó con tomar medidas para que el presidente rinda cuentas por la retirada, aunque su poder para hacerlo es limitado.
McCaul insistió en que el informe es un “documento histórico”, no un “documento político”, pese a que fue publicado solo un día antes del debate entre el exmandatario y candidato republicano, Donald Trump (2017-2021), y la vicepresidenta y aspirante demócrata, Kamala Harris, de cara a las elecciones del 5 de noviembre.
El informe, de más de 350 páginas, alega que la Administración de Biden dio prioridad a la “imagen” de la retirada por encima de la seguridad y la acusa de haber transmitido a los estadounidenses en Afganistán información contradictoria, dificultando su salida del país.
Los republicanos aseguran que el Gobierno de Biden estaba decidido a irse de Afganistán “costase lo que costase” y le reprochan ignorar las condiciones del acuerdo que Trump suscribió en Doha en febrero de 2020 con los talibanes y en el que se comprometía a retirar todas las fuerzas estadounidenses para la primavera del año siguiente.
Trump excluyó de las negociaciones con los talibanes al Gobierno afgano, al que el grupo insurgente veía como un brazo de Washington y con el que se negaba a sentarse a la mesa, lo que lo debilitó gravemente provocando su caída, según el punto de vista de la Administración de Biden.
Una portavoz de la Casa Blanca, Sharon Yang, dijo en un comunicado que el informe republicano se basaba en “hechos seleccionados de manera aleatoria, caracterizaciones inexactas y prejuicios preexistentes”.
“Debido al nefasto acuerdo que el expresidente Trump suscribió con los talibanes para salir de Afganistán, el presidente Biden heredó una posición insostenible”, añadió.
Los demócratas de la Cámara publicaron también este lunes su propio memorando sobre la retirada de Afganistán. En él, Gregory Meeks, el demócrata de más alto rango del Comité de Exteriores, acusa directamente a Trump de haber puesto en marcha la salida “sin los necesarios preparativos interinstitucionales o planes de contingencia”, haciendo imposible que fuera ordenada.
Estados Unidos salió de Afganistán el 30 de agosto de 2021 tras 20 años de intervención militar que comenzó con el objetivo de erradicar al régimen de los talibanes, que había dado refugio al líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, responsable de los ataques del 11 de septiembre de 2001.
En el momento de la retirada, al Gobierno de Biden le pilló por sorpresa la rapidez con la que cayó el Ejecutivo afgano ante el rápido avance de los talibanes hacia Kabul.
Como resultado, durante días, se dio la extraña situación en la que la Administración estadounidense cooperaba con los talibanes para poder evacuar por el aeropuerto de Kabul del país a sus tropas, a ciudadanos estadounidenses y ciudadanos afganos que habían colaborado con las tropas norteamericanas.
En los alrededores del aeropuerto, se agolparon durante días miles de personas tratando de escapar. En medio de ese caos, el Estado Islámico del Gran Jorasán (conocido por sus siglas en inglés ISIS-K) cometió un atentado suicida en el que al menos 180 personas murieron, incluidos 13 soldados estadounidenses.
Ese atentado supuso un fuerte golpe político para Biden con las primeras muertes de soldados estadounidenses en Afganistán desde febrero de 2020. Ahora, aprovechando la cercanía de las elecciones, algunas familias de los soldados fallecidos han aprovechado para mostrar públicamente su apoyo a Trump.