Washington, 17 abr (EFE).- Los republicanos estadounidenses celebraron este lunes sus primeros 100 días al frente de la Cámara de Representantes presumiendo de efectividad y de haber puesto de nuevo ese hemiciclo al servicio de la ciudadanía.
“La Cámara de la gente es de nuevo una Cámara productiva. Lo primero que hicimos fue asegurarnos de que sus miembros se presentaban al trabajo, dejando de estar en casa”, apuntó en conferencia de prensa su presidente, Kevin McCarthy.
El Partido Republicano recuperó la mayoría de la Cámara Baja tras las elecciones de medio mandato del pasado noviembre, donde los demócratas sí mantuvieron su control del Senado.
McCarthy se aseguró el puesto de “Speaker” el 7 de enero, después de 15 votaciones y de arduas negociaciones para convencer a un número suficiente de congresistas ultras de su propio partido que se negaban a apoyarlo.
“Nunca cederemos en nuestro compromiso con Estados Unidos”, apuntó este lunes, orgulloso de que “los números hablen por sí mismos” en estos primeros 100 días, con “44 proyectos de ley aprobados, el 86 % de ellos bipartidistas”.
McCarthy celebró entre otros puntos la creación de un comité especial para contrarrestar al Partido Comunista chino, que en su opinión ha permitido al país “hablar con una sola voz” frente a Pekín, como cuando él mismo, y otros legisladores demócratas, recibieron en California a la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen.
La mayoría republicana, según añadió el “número dos” de los conservadores en la Cámara Baja, Steve Scalise, “ha trabajado duro por esas familias que han sido dejadas atrás durante demasiado tiempo”.
La agenda del presidente, Joe Biden, de la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi y del actual líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, ha impulsado en estos dos últimos años la inflación al alza y los costes de la energía, según Scalise.
“Estamos liderando con el ejemplo para devolver al país al camino adecuado”, añadió la legisladora Jen Kiggans en una comparecencia en la que también se prometió “recuperar la cordura fiscal” en ese hemiciclo.
Su comparecencia coincidió con el día en que McCarthy, en un acto en la Bolsa de Nueva York, calificó de “irresponsable” la política económica de Biden y le acusó de no haber hecho “nada” con la deuda federal y los déficits anuales.
El techo de deuda, que se alcanzó el 19 de enero, es uno de los principales frentes abiertos entre conservadores y demócratas a menos de dos meses de que el 5 de junio expiren las herramientas financieras especiales a las que el Departamento del Tesoro recurrió para seguir pagando las cuentas públicas.
McCarthy avanzó hoy que en las próximas semanas se votará un proyecto de ley que eleva ese límite pero lo condiciona a recortes en el gasto.
“Juega un juego arriesgado y peligroso cuando insiste en imponer severos recortes que perjudicarían a la población estadounidense, subiría los precios y amenazaría nuestra economía antes de que evitemos el impago. Además, ni siquiera revela cuáles serían esos recortes”, le reprochó Schumer desde el Senado en Washington.