Toronto (Canadá), 7 dic (EFE).- El principal grupo indígena de Canadá, los denominados primeras naciones, eligieron este jueves a Cindy Woodhouse como su nueva lideresa después de que la anterior dirigente de la Asamblea de Primeras Naciones (APN) fuese destituida en medio de una agria polémica que duró meses.
Woodhouse, que hasta ahora era la jefa regional de APN en la provincia de Manitoba, en el oeste del país, fue declarada ganadora aunque sólo obtuvo el 50,8 % de apoyo de los delegados. Los estatutos de la organización establecen un mínimo del 60 % de los votos para elegir al nuevo dirigente nacional.
Woodhouse reemplaza a RoseAnne Archibald, quien fue destituida a principios de año entre acusaciones de acoso laboral. Por su parte, Archibald acusó a sus críticos, entre ellos la propia Woodhouse, de misoginia y corrupción.
APN representa a 1,04 millones de indígenas repartidos en unas 600 naciones por todo el país y que hablan más de 70 idiomas, según los datos del último censo canadiense de 2021.
Además de las primeras naciones, los otros dos grupos indígenas del país son los métis (unos 624.000 descendientes de los primeros europeos que colonizaron Canadá y de indígenas) y los inuit, compuesto por 70.545 aborígenes del Ártico.
APN es el principal interlocutor en temas indígenas del Gobierno canadiense. La organización ha negociado con Ottawa numerosos acuerdos que implican el pago de miles de millones de dólares a los grupos indígenas en concepto de indemnizaciones por las acciones de las autoridades canadienses durante décadas.
Por ejemplo, en 2006, APN llegó a un acuerdo con el Gobierno canadiense y varias organizaciones religiosas para compensar a los supervivientes del sistema de residencias escolares, los internados que funcionaron durante más de un siglo hasta 1996 para forzar la asimilación de la población indígena.
Unos 150.000 niños indígenas fueron enviados a la fuerza a residencias escolares, donde la inmensa mayoría sufrieron abusos físicos, psicológicos y sexuales.
Los indígenas canadienses, el grupo social de mayor crecimiento demográfico en Canadá, y que suponen el 5 % de la población del país, son también los más castigados por problemas sociales al sufrir los niveles más elevados de mortalidad infantil y juvenil del país, así como las mayores tasas de suicidio, adicción a sustancias tóxicas, desempleo, encarcelamiento y precariedad de la vivienda.