Los Ángeles, 22 nov (EFE).- El Concejo de Los Ángeles aprobó este martes una nueva ordenanza que requiere que los grandes minoristas asignen a sus trabajadores su horario laboral con al menos dos semanas de anticipación, lo que les dará más protecciones laborales a unas 70.000 personas.
La ordenanza, conocida “Semana de Trabajo Justo”, también requiere que las empresas den a los trabajadores al menos 10 horas de descanso entre turnos o proporcionen un pago adicional por ese trabajo.
Los defensores de la medida advierten que 77 % de los trabajadores de los negocios minoristas en Los Ángeles tienen horarios de trabajo inestables, con cambios de último minuto, incluida la cancelación de sus horas de trabajo.
Un horario poco confiable se traduce esencialmente en ingresos inestables, advirtió un estudio de 2018 de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).
Uno de cada dos trabajadores se retrasa en el pago de las facturas y casi la mitad de los trabajadores que mantienen niños tienen dificultades para encontrar y financiar servicios de cuidado de los menores, de acuerdo con el estudio, que se basó en trabajadores minoristas de Los Ángeles.
Heidy López, quien trabaja para la tienda Food4Less, explicó en un comunicado que el cambio de horario ha significado un “desgaste” físico, mental y emocional.
“Ha habido ocasiones que me programan para cerrar la tienda a medianoche y esperan que yo regrese al día siguiente a las seis de la mañana”, explicó López.
La industria de las tiendas al menudeo y supermercados es el segundo empleador más grande en Los Ángeles. La mayoría de trabajadores de estas tiendas pertenecen a comunidades de color y son mujeres.
La ordenanza, impulsada por Alianza de Los Ángeles para una Nueva Economía (LAANE) y el Sindicato Internacional de Trabajadores Comerciales y de Alimentos Unidos (UFCW), entrará en vigor en abril de 2023.
Kathy Finn, presidenta del Local 770 de UFCW, dijo en un comunicado que la Semana Laboral Justa permitirá a los trabajadores “lograr un balance entre el trabajo y su vida personal, ser más productivos y cuidarse mejor a sí mismos, a sus familias y a sus comunidades”.
Otras ciudades como San Francisco, Seattle y Nueva York han aprobado medidas similares.