Ciudad de México, 31 mar (EFE).- El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, anunció que visitará este viernes Ciudad Juárez, en la frontera norte, tras el incendio que mató el lunes a 39 migrantes, aunque evadió responder si se reunirá con los lesionados.
“Voy a estar atendiendo la parte médica, básicamente, lo que me importa más es la atención a los heridos. No sé (si voy a visitar a las víctimas), pero sí voy a tener una reunión con los médicos para procurar que no les falte nada, que podamos salvarles la vida, ahora es lo fundamental”, indicó.
En su rueda de prensa diaria, el mandatario indicó que pedirá a los médicos “una revisión de todos los heridos para que no les falte nada”.
Sus declaraciones se producen mientras crece el escrutinio sobre el Gobierno de México tras el incendio del lunes en una estación migratoria del Instituto Nacional de Mgiración (INM) en Ciudad Juárez, en la frontera con Estados Unidos.
Bajo custodia del Estado había casi 70 migrantes de Guatemala, El Salvador, Colombia, Ecuador y Venezuela retenidos para su deportación.
Entre los 39 migrantes fallecidos hay seis hondureños, siete salvadoreños, 18 guatemaltecos, un colombiano y siete venezolanos.
Mientras que entre los 28 heridos hay cinco de El Salvador, 10 de Guatemala, ocho de Honduras y cinco de Venezuela.
López Obrador afirmó que “están en clínicas del seguro, también en un hospital público, en un hospital del ISSSTE (Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado)”.
“Están siendo atendidos, se está dando apoyo para que no les falte nada, pero de todas maneras voy hoy y se van conmigo y se van a quedar allá el secretario de Salud, Jorge Alcocer, y Zoé Robledo, director del Seguro Social”, aseveró.
Por el hecho, hay cinco detenidos desde este jueves, incluyendo tres funcionarios del INM, dos guardias privados y la persona que inició el incendio.
“Acerca de esta desgracia, tenemos que pedirle a la Fiscalía que actúe, no hay impunidad. Esa es la diferencia con otros gobiernos, no vamos a ocultar la verdad, no vamos a proteger a nadie, pero es muy doloroso”, manifestó.
Las críticas sobre la responsabilidad del Gobierno han aumentado porque videos de seguridad filtrados muestran a agentes impasibles mientras migrantes detenidos pedían que abrieran la puerta, y connacionales de las víctimas han denunciado que la tragedia “se pudo evitar”.
López Obrador afirmó que la muerte de estos migrantes es el segundo episodio más doloroso de su mandatario, después de la explosión de un ducto clandestino de gasolina en Tlahuelilpan, Hidalgo, que dejó 137 muertes en 2019.
“Este (incendio de migrantes) me conmovió, me partió el alma, y me ayuda a enfrentar este dolor el que hemos venido haciendo mucho por los migrantes. Desde que llegué hay constancia de que he estado ‘duro y dale’, pidiéndole al Gobierno de Estados Unidos que se atienda a los migrantes”, sostuvo. EFE
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