Ciudad de México, 7 feb (EFE).- El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, afirmó este miércoles que el reportaje sobre el presunto apoyo que recibió del narcotráfico en 2006 es una “venganza” de la Agencia Antidrogas (DEA) por la reapertura del caso del magnicidio del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio.
“Lo relaciono con una venganza para afectarnos en épocas electorales y porque se tocó un tema bastante delicado (el magnicidio de Colosio)”, dijo el mandatario durante su conferencia de prensa matutina.
El gobernante señaló que la “venganza” ocurre por la reapertura de la investigación del asesinato de Colosio, el 23 de marzo de 1994, en el que la Fiscalía General de la República (FGR) afirmó en enero pasado que existió un segundo tirador que era agente de inteligencia del Gobierno de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994).
La FGR también implicó al exsecretario de seguridad (2006-2012), Genaro García Luna, preso en Estados Unidos por hechos de corrupción y narcotráfico y quien trabajaba en el extinto Centro Nacional de Inteligencia (Cisen) cuando ocurrió el magnicidio.
“Ese es el tema, pero yo no imaginaba que los iba a poner tan molestos”, zanjó.
López Obrador explicó que la molestia surgió, según él, porque se reveló que García Luna, quien encabezó en México el operativo ‘Rápido y Furioso’ de Estados Unidos en entre 2009 y 2011, recibió en 1994 la encomienda para liberar al presunto segundo tirador en el asesinato de Colosio.
De acuerdo con su versión, tras la reapertura del caso se supo que había una orden de aprehensión contra el supuesto segundo tirador y que al mismo tiempo el hijo de Colosio, Luis Donaldo, pidió el indulto para Mario Aburto, el asesino confeso del político.
Aseveró que, tras ello, se publicó el artículo del periodista estadounidense Tim Golden, en el que cita a exagentes de la DEA que aseguraban que el Cártel de Sinaloa, uno de los más poderosos de México, aportó 2 millones de dólares a su campaña presidencial de 2006.
“Luego de eso viene la respuesta de la Fiscalía y yo creo que entonces mandan a buscar al periodista (Tim Golden) o a gente de la DEA actual o ya retirada que participó en ese tiempo con García Luna y que sí me investigaban”, añadió.
Cuestionó sobre cuánto le pagaron al reportero para hacer el reportaje, e incluso lo invitó a México para hacerle algunas preguntas.
“Lo invito aquí, le quiero hacer unas preguntas, que desde cuándo viene a México a tratar este asunto, por qué de repente, si él es un periodista famoso, le interesa retomar este tema y darlo a conocer en estos momentos”, enfatizó.
La polémica sobre el reportaje de Golden persiste pese a que el martes la canciller mexicana Alicia Bárcena, afirmó que la asesora de seguridad nacional de EEUU, Elizabeth Sherwood-Randall, quien estuvo de visita en México, le aseguró que dicha investigación es un “caso cerrado”.