Ciudad de México, 6 sep (EFE).- Que las y los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) frenen el proceso legislativo de la reforma al Poder Judicial mexicano en el Congreso de la Unión sería una aberración, una violación flagrante a la Constitución y una intromisión a la división de poderes, consideró este viernes el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador.
“No tienen fundamento legal, sería una aberración y desde luego una violación flagrante a la Constitución el que se detenga el proceso de análisis, discusión y en su caso aprobación de la reforma constitucional dedicada al Poder Judicial”, sostuvo durante su conferencia diaria en el Palacio Nacional.
Las declaraciones del mandatario mexicano ocurren después de que la ministra presidenta de la Suprema Corte mexicana, Norma Piña, sometiera a discusión si el Alto Tribunal podría suspender el procedimiento de discusión de la reforma en el Congreso que impulsa la elección de jueces por voto popular.
“Se consulta al Tribunal Pleno sobre la posibilidad de que la Presidencia de este Alto Tribunal, al conocer de un asunto (…) se pronuncie sobre la procedencia de la o las medidas cautelares que se hagan valer”, se lee en el acuerdo.
El asunto, impulsado por la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación (Jufed), que representa a más de 1.200 juzgadores y que forma parte del paro de trabajadores del Poder Judicial desde hace más de dos semanas, fue turnado por Piña a la ministra Lenia Batres, nombrada de forma directa por el presidente López Obrador y quien se ha pronunciado a favor de este cambio legal.
No obstante, el presidente mexicano señaló que interrumpir el proceso que se lleva a cabo en el Senado mexicano, tras la aprobación de la ‘supermayoría’ del bloque oficialista, de más de dos terceras partes de los escaños, sería “como optar por la ley de la selva” y que “afectaría la que debe de ser un auténtico Estado de derecho”.
“Sería como optar por la ley de la selva, terminar de dejar de manifiesto que no les importa la democracia y la justicia, que solo piensan en sus intereses, con sus privilegios, son partidarios de la corrupción”, agregó.
López Obrador recordó que el titular del Poder Ejecutivo tiene la facultad constitucional de presentar iniciativas de reforma en ambas cámaras del Congreso mexicano al Poder Legislativo para su análisis.
“Y quien aprueba o desaprueba ese proyecto (de reforma), esa iniciativa, es el Poder Legislativo, no puede hacerlo el Poder Judicial, no es esa su función, sería una intromisión burda, más que un exabrupto, no creo por eso que prospere”, dijo.
Por su parte, aprovechó para pedir a los legisladores de la Cámara alta que actúen con respeto, independencia y libertad, pese a presiones de “intereses de las minorías corruptas del país”.
“Quiero dirigirme a los senadores, con todo respeto, para que actúen con independencia, con libertad y que pongan por delante del interés personal, del interés partidista, el interés del pueblo y el interés de la nación. No le conviene a México mantener un Poder Judicial sometido a la delincuencia”, concluyó.
En tanto, los senadores han acordado cambiar su sede principal a la antigua casona de Xicoténcatl, en el centro de la capital mexicana, por las manifestaciones de trabajadores del Poder Judicial, mientras que se alista para votar la próxima semana la reforma para elegir jueces, magistrados y ministros y la creación de un órgano que califique las determinaciones de cada juzgador.
La discusión de esta reforma también ocurre entre advertencias de organismos multilaterales como las Naciones Unidas, empresariales como la International Chamber of Commerce, American Society, entre otras entidades financieras y calificadoras como Fitch Ratings, Citibanamex, Stanley Morgan, UBS, así como de las embajadas en México de Estados Unidos y Canadá.