Ciudad de México, 6 sep (EFE).- El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, planteó este martes realizar una consulta popular para que la ciudadanía decida si quiere mantener a las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública y evaluar a la Guardia Nacional cuando pase a control militar.
El mandatario respaldó la propuesta del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI) de mantener al Ejército en las calles hasta 2028, aunque la reforma constitucional que creó la Guardia Nacional en 2019 establece que los militares deben volver a los cuarteles en 2024.
“Está bien (la propuesta del PRI), y que se evalúe, y que incluso se haga una encuesta, una consulta formal, esto se lo podrían agregar, y se le pregunta a la gente, consulta popular”, respondió a pregunta expresa en su rueda de prensa diaria.
El presidente también defendió su iniciativa de reforma, aprobada el sábado pasado en la Cámara de Diputados, para trasladar a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) el control operativo de la Guardia Nacional, un cuerpo que él creó en 2019 con la promesa de mantenerlo civil.
Ante las críticas, el mandatario también propuso una consulta popular años después de la entrada en vigor de la reforma legal para que las personas evalúen si la Guardia Nacional debe seguir bajo control militar.
“Que se someta la actuación más adelante a una consulta y que haya un acuerdo de todas las fuerzas políticas en el Congreso, de que se dé el plazo y que se diga: vamos a hacer una consulta y le preguntamos a la gente”, manifestó.
La actuación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad ha causado polémica en México por afrontar acusaciones de ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas y uso desproporcionado de la fuerza.
Apenas la semana pasada, una niña de cuatro años, Heidi Mariana, murió por una bala perdida del Ejército en Nuevo Laredo, Tamaulipas, en la frontera norte de México, según denuncias de su familia.
Pero López Obrador, quien en campaña prometió devolver los soldados a los cuarteles, ahora justificó el uso de los militares para afrontar el crimen.
“Ya cuando llegué al Gobierno y vi que no había seguridad para la gente, que el pueblo de México estaba en estado de indefensión, lo que había era un combate a bandas del narcotráfico de manera selectiva”, argumentó sobre qué lo hizo cambiar de opinión.
El mandatario cuestionó la actuación de sus opositores en el Congreso, el PRI y el derechista Partido Acción Nacional (PAN), que deben debatir la reforma de la Guardia Nacional en el Senado.
“En temas de seguridad no debemos meter la cuestión partidista, no lo merece la gente, y además que no me vengan con que están en contra del uso de la fuerza y del militarismo porque no les queda. Eso es hipocresía”, sentenció.