Ciudad de México, 9 jul (EFE).- El expresidente mexicano Luis Echeverría Álvarez, que murió el viernes por la noche a los 100 años, no falleció “impune”, consideró este sábado el Comité del 68, que agrupa a supervivientes de la masacre del 2 de octubre en Tlatelolco y líderes estudiantiles del movimiento. “Echeverría no murió impune, murió en calidad de imputado por el delito de genocidio, del cuál tampoco fue exonerado como se ha hecho creer, quedó libre bajo reservas y esperando que la Procuraduría General de Justicia (PGR), ahora Fiscalía General de la República (FGR), reabra el caso”, puntualizó la organización en un mensaje en Twitter. Este sábado trascendió el deceso del expresidente mexicano la noche del viernes 8 de julio en Cuernavaca, en el central estado mexicano de Morelos, según informaron medios de comunicación locales. Echeverría Álvarez cumplió 100 años el pasado 17 de enero. El 14 de noviembre de 1969 fue elegido candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la presidencia de la República y triunfó en las elecciones de 1970. El político mexicano fue actor clave en las matanzas del 2 de octubre de 1968 de Tlatelolco y del 10 de junio de 1971, conocida como el “Halconazo”. Su presunta responsabilidad en ambos casos ha levantado opiniones encontradas respecto a su deceso. El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, lamentó el deceso en su cuenta de Twitter, así como personalidades como Porfirio Muñoz Ledo, quien fue secretario de Trabajo y Previsión social durante el mandato de Echeverría. Mientras que el ex titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) en México, Santiago Nieto, precisó también en su cuenta oficial de Twitter: “Cuando me preguntan qué siento ante la muerte de Luis Echeverría. Pienso en Lucio Cabañas, Genaro Vázquez, el halconazo, Rosendo Padilla, la primera devaluación, Jesús Piedra Ibarra. Ni arriba ni adelante”. Varios usuarios en la misma red social, entre ellos periodistas y activistas, lamentaron que el exmandatario muriera sin haber sido juzgado por su supuesta responsabilidad en los hechos criminales de los que se le acusaba.