Ciudad de México, 12 mar (EFE).- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, criticó este martes el ‘Compromiso nacional por la paz’ que propuso el lunes la Iglesia católica a los candidatos presidenciales por “crear un ambiente que no existe” ante la violencia que denuncia la institución religiosa.
“No estoy de acuerdo con eso, o sea, desde luego yo respeto mucho a las iglesias, soy muy respetuoso de todas las creencias, pero políticamente no estoy de acuerdo en que se quiera crear un ambiente que no existe”, declaró el mandatario en su conferencia matutina.
El gobernante mexicano se refirió al documento impulsado por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) rumbo a las elecciones del 2 de junio con siete acciones entre las que pide la “retirada paulatina de los militares”, la atención a la “crisis de derechos humanos”, y denunciar la violencia.
Los opositores Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez firmaron el compromiso, mientras que la oficialista Claudia Sheinbaum hizo lo mismo pero adjuntó un documento en el que expuso sus desacuerdos con la Iglesia católica.
“Tampoco coincido con la visión de que prevalecen el miedo, la impotencia, la desconfianza y la incertidumbre”, añadió Sheinbaum el lunes al rechazar las afirmaciones que catalogan de “insuficientes” las estrategias de seguridad en México.
Sin mencionarlos de forma directa, López Obrador cuestionó que “¿para qué van a estar de hipócritas algunos firmando ahí, si por atrás están ordenando que haya guerra sucia? ¿Para qué tirar la piedra y esconder la mano?”.
El presidente cuestionó este tipo de pactos en tiempos electorales.
“No lo he visto, pero eso es muy usual, sobre todo en el periodo antidemocrático, nos pedían cuando estábamos en la oposición que firmáramos acuerdos de paz, de civilidad”, mencionó.
López Obrador ha chocado durante su mandato con la Iglesia católica mexicana, a la que acusó el año pasado de apoyar “al bloque conservador”, y antes ha criticado por no expresar la ideología a favor de los pobres y contra el neoliberalismo que él dice admirar del papa Francisco.
La tensión entre líderes religiosos y el crimen organizado ha crecido este año en México, donde en febrero la violencia obligó a iglesias cristianas a cerrar en al menos 10 municipios de Chiapas, estado de la frontera sur de México.
También en febrero trascendió una negociación de paz entre la Iglesia católica con grupos narcotraficantes en el estado de Guerrero, que vive una ola de violencia del crimen organizado.