Miami, 6 jul (EFE).- El cubano-estadounidense Félix Rodríguez, el agente de la CIA que dirigió la operación en Bolivia para capturar a Ernesto Che Guevara que culminó en su ejecución en 1967, afirmó a Efe este miércoles que “lo único que puede estar enterrado en Cuba” son las manos del guerrillero. “El cadáver nunca estuvo donde dicen que lo encontraron”, subraya en una conversación telefónica. Según dice tajante Rodríguez, al guerrillero argentino “no lo enterraron al costado de la pista con otros siete cuerpos como dijo Fidel (Castro); al Che lo enterraron en la cabecera de la pista con dos cadáveres más, eran tres nada más”. A pocos días de cumplirse el 25 aniversario del hallazgo del cuerpo del Che en el aeropuerto de Vallegrande (Bolivia), el agente retirado de la CIA, de 81 años y retirado en MIamia, niega la versión oficial sobre este hallazgo ocurrido el 28 de junio de 1997. Según la versión oficial cubana, el cadáver del líder revolucionario fue hallado en una fosa común en el aeropuerto de Vallegrande y, tras su identificación en un hospital de Bolivia, sus restos fueron enviados a Cuba, donde se erigió un mausoleo en su honor en Santa Clara (300 km al este de La Habana). De acuerdo con el medio Cubavisión Internacional, los restos del guerrillero argentino fueron hallados en una pista abandonada de Vallegrande. Allí, dice el medio, un grupo de expertos cubanos encontró la fosa donde fueron sepultados siete hombres de la guerrilla, entre ellos su líder Ernesto Che Guevara, “Obviamente, si él (Fidel Castro) enterró las manos, entonces sí hay una parte del Che en el monumento de Santa Clara, porque las manos sí se las llevó para allá el (entonces) ministro del interior (Antonio) Arguedas”, junto con una copia del diario del guerrillero en Bolivia, dice Rodríguez. LAS MANOS DEL CHE Según el ex agente de la CIA, “por la madrugada fue un médico boliviano con el compañero mío, (Gustavo) Villoldo, y entonces ahí le cortaron las manos, las pusieron en formol y en una volqueta, como le dicen ellos a los ‘pickup’ (camión), se llevaron al Che al final de la pista donde había una buldócer que estaba ampliando la pista para que aviones más grandes aterrizaran”. “Y ahí lo enterraron, al final de la pista junto a dos cadáveres y Fidel dice que lo encontraron a un costado con siete más. Ese no era el Che Guevara”, afirma. Sobre cómo se supo que el Che estaba en Bolivia, Rodríguez, cuya misión era salvarle la vida, aunque ahora dice que su ajusticiamiento fue “lo mejor que pudo pasar”, recuerda que tuvo que ver con el filósofo y escritor francés Régis Debray. “Se confirmó cuando cogieron preso a (el intelectual argentino Ciro) Busto y a Régis Debray; ellos fueron a visitar al Che y cuando los cogieron presos confirmaron que el que estaba allí en la guerrilla era el Che Guevara. Si no fuera por ellos, no se hubiera sabido que el Che estaba en Bolivia”, asegura. El 9 de octubre de 1967 Rodríguez aterrizó en Bolivia para capturar al Che y luego lo vio “atado de pies y manos”. “Mi misión era salvarle la vida a petición del gobierno de EE.UU. Era muy importante mantenerlo vivo, matarlo fue una decisión del presidente boliviano, el general René Barrientos”, señaló. NO FUE UN SECRETO MILITAR Fue el sargento boliviano Mario Terán quien ejecutó a Guevara en La Higuera ese mismo día. De acuerdo con Rodríguez, el entierro del cuerpo “no fue un secreto militar, simplemente no se lo dijeron a nadie”. “Llevaron a un chófer ese día y lo enterraron al final de la pista, y dieron la noticia de que lo habían cremado y que las cenizas se habían tirado desde un helicóptero al aire, que no era verdad”, dice. Y añade: “Esa fue la noticia oficial que se le dio al pueblo boliviano: que (el Che) fue cremado y sus cenizas esparcidas sobre la selva boliviana, pero la verdad es que fue enterrado en la cabecera de la pista, puedes ponerle el cuño”, aseveró.