Miami, 23 feb (EFE).- Un desembarco de 22 cubanos se produjo este jueves en las paradisíacas islas estadounidenses Dry Tortugas, en pleno Golfo de México y cercanas a Florida, mientras el Gobierno prepara una normativa que dificultaría la solicitud de asilo para miles de inmigrantes, según informaron las autoridades.
El desembarco en una embarcación rústica en el Parque Nacional Dry Tortugas, en el extremo occidental de los Cayos de Florida, se produce tras haber disminuido las llegadas de inmigrantes indocumentados al sur de Florida, principalmente haitianos y cubanos, que a finales de 2022 sobrepasaron el millar de personas.
Según informó Walter N. Slosar, jefe del Sector Miami de la gubernamental Patrulla Fronteriza (CBP), el grupo de cubanos que arribó hoy estaba compuesto por 19 hombres adultos y tres mujeres adultas, todos los cuales quedaron a disposición de las autoridades.
La llegada de 364 migrantes durante un solo fin de semana a finales de 2022 al Parque Nacional Dry Tortugas obligó a su cierre temporal en plena temporada de vacaciones para poder facilitar las labores de rescate de estas personas varadas en los islotes.
Un buque de la Guardia Costera de Estados Unidos trasladó el 6 de enero pasado a los migrantes que quedaban en Dry Tortugas hasta Cayo Hueso, en el extremo sur de Florida, el mismo día que el presidente Joe Biden alertó sobre la expulsión de migrantes que entren de manera irregular al país.
Biden paralelamente presentó un programa de patrocinadores que desde Estados Unidos pueden acoger a 30.000 personas mensuales provenientes de Nicaragua, Cuba, Haití, algo que ya funcionaba para los venezolanos, y advirtió a los migrantes que no llegaran a la frontera sur porque sería devueltos a México.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, declaró a principios del pasado enero el estado de emergencia y desplegó la Guardia Nacional a raíz del incremento de la llegada de migrantes a las costas de este estado.
En estos momentos el Gobierno estadounidense está preparando una normativa que dificultaría la solicitud de asilo para miles de personas, ya que impediría que se acogieran a esta figura quienes crucen la frontera ilegalmente o no soliciten la protección en otras naciones.
La normativa, creada conjuntamente por los departamentos de Seguridad Nacional y Justicia, facilitaría al Gobierno la deportación de las personas que cruzan la frontera y piden asilo, ya que, al hacerlo de modo ilegal, perderían el derecho de acogerse a esta protección.
Fuentes de la Casa Blanca explicaron el martes pasado que la normativa tiene la intención de “llenar el vacío” legal que surgirá tras el posible fin del Título 42 el próximo mayo, después de que el Congreso no haya tomado “ninguna medida que garantice la gestión segura y humana de los migrantes”.