Washington, 3 abr (EFE).- El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el republicano Kevin McCarthy, se reunirá el miércoles en California con la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, a pesar de las advertencias de China, confirmó este lunes su gabinete.
El legislador, representante de California y líder de la Cámara Baja desde el pasado enero, había avanzado en verano que en caso de llegar a ese puesto pretendía visitar Taiwán, pero finalmente el encuentro tendrá lugar en Estados Unidos.
El paso por territorio estadounidense de Tsai forma parte de un viaje a Centroamérica.
La mandataria llegó el 30 de marzo a Nueva York, donde permaneció dos días antes de partir hacia Guatemala y Belice, dos de los trece aliados diplomáticos con los que cuenta Taiwán. De regreso a la isla, hará otra parada en Los Ángeles, donde se reunirá con McCarthy.
En agosto de 2022, la visita a Taiwán de la entonces presidenta de la Cámara Baja estadounidense, la demócrata Nancy Pelosi, ya había enfurecido a Pekín, que la calificó de “traición deplorable” y desplegó maniobras militares inéditas en el estrecho de Taiwán.
Estados Unidos le recordó este pasado jueves a China que era la séptima vez que Tsai estaba en el país e insistió en que su escala era algo “rutinario” que no debía derivar en una crisis.
Este mismo lunes, Pekín reiteró su oposición al inminente encuentro entre McCarthy y la líder taiwanesa.
La portavoz de la Cancillería china Mao Ning declaró que su país “se opone firmemente a cualquier forma de contacto oficial entre las autoridades de EE. UU. y Taiwán” y advirtió de que China “tomará medidas firmes para proteger su soberanía e integridad territorial”.
China reclama la soberanía sobre Taiwán, a la que considera una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949 tras perder la guerra civil contra los comunistas.
Estados Unidos estableció relaciones diplomáticas con Pekín en 1979 bajo el principio de reconocer “una sola China”, pero ha mantenido estrechas relaciones no oficiales con Taiwán, lo que a menudo genera tensiones con el Gobierno chino.