Ciudad de México, 3 abr (EFE).- México recibió 8.754 millones de dólares de sus ciudadanos residentes en el extranjero durante los dos primeros meses del año, un aumento anual del 11,8 % respecto a los 7.829 millones de dólares del mismo periodo del año anterior, informó este lunes el Banco de México (Banxico).
La remesa promedio individual entre enero y febrero fue de 375 dólares, superior a los 372 dólares del mismo periodo de 2022.
El número de operaciones en este mismo lapso pasó de 21,05 millones a 23,36 millones, el 99 % de ellas transferencias electrónicas.
Pese al incremento interanual, las remesas en febrero por 4.348 cayeron un 1,3 % mensual frente al monto de 4.406 millones de dólares recibido en enero.
El aumento de las remesas en 2023 sigue con la tendencia al alza marcada desde marzo de 2020, al inicio de la pandemia de la covid-19, con 34 meses con incrementos interanuales consecutivos, por lo que suponen la principal fuente de ingresos externos para el país.
En 2022, México recibió un récord de 58.497 millones de dólares, lo que implicó un aumento del 13,4 % respecto a 2021 y el noveno incremento anual consecutivo.
En contraste, Banxico informó que desde México se enviaron al exterior remesas por valor de 98 millones de dólares, lo supone un aumento anual del 20,8 %.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha agradecido en varias ocasiones a los 38 millones de mexicanos que hay en Estados Unidos, de quienes provienen la mayoría de aportes, y a los que califica de “héroes”, al estimar que sus remesas benefician a cerca de 10 millones de familias pobres.
Según el mandatario, al cierre del pasado año, México se convirtió en el segundo país del mundo, solo por detrás de India, en volumen de recepción de remesas.
Las remesas representan cerca del 4 % del producto interno bruto (PIB) de México, según un cálculo del banco BBVA.
Mientras que un informe de la asociación mexicana Signos Vitales señala que unos 4.400 millones de dólares, el 7,6 % de las remesas enviadas a México en 2022, podrían proceder del crimen organizado, en una operación que serviría para lavar el dinero obtenido del narcotráfico.