Washington, 6 feb (EFE).- Nevada celebra este martes primarias de cara a las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre, pero este año el proceso es especialmente complejo en el lado republicano debido a que el expresidente Donald Trump (2017-2021) lo ha diseñado a su medida para asegurarse la victoria.
Estas son las claves para entender la jornada electoral:
¿'Caucus' o primarias?
La respuesta es que Nevada celebra este año las dos modalidades: primarias de los partidos demócrata y republicano este martes y, solo dos días después, el 8 de febrero, los 'caucus' republicanos, que son una especie de asambleas en las cuales los votantes deben acudir a una hora precisa para votar por su candidato.
Durante décadas, Nevada celebró 'caucus'. Sin embargo, como esas citas solían provocar cierto caos, los legisladores estatales aprobaron en 2021 una ley que abandonaba ese modelo de votación, utilizado también en Iowa, y establecía que las autoridades estatales debían organizar primarias cuando hubiera más de un candidato.
No obstante, esa ley de 2021 tenía un vacío legal: aunque establecía que debía haber primarias, no especificaba cómo el Partido Republicano asignaría al ganador los delegados, que son quienes durante las convenciones de los partidos proclaman oficialmente al candidato tanto demócrata como republicano para las presidenciales.
Aprovechando esa laguna legal, Trump presionó al Partido Republicano de Nevada para que ignorara la ley estatal y siguiera con su tradición de 'caucus', donde él podría proclamarse como vencedor absoluto.
Trump vs. Haley
En esos 'caucus', Trump compite con un pastor de Texas poco conocido, llamado Ryan Binkley. Su mayor contrincante, la exembajadora de Estados Unidos ante la ONU y exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley, no se presenta a los 'caucus', sino que aparecerá en las papeletas de las primarias porque decidió cumplir con la ley estatal.
Haley no puede competir tanto en las primarias como en los 'caucus' porque el Partido Republicano estableció que los candidatos debían elegir entre uno u otro.
Mientras la victoria de Trump parece asegurada, la de Haley no tanto. Esto se debe a que en las primarias republicanas de Nevada los votantes tienen la opción de decir que optan por “ninguno de los candidatos” y esa podría acabar siendo la opción mayoritaria, ya que el Partido Republicano está instando a los votantes a marcar esa casilla para frenar a Haley.
En cualquier caso, los 26 delegados que Nevada otorga al ganador del Partido Republicano irán a parar a Trump, quien necesita 1.215 delegados para proclamarse oficialmente como candidato.
¿Y los demócratas?
El Partido Demócrata también celebra este martes primarias, aunque con menos suspense.
El presidente estadounidense, Joe Biden, tiene la victoria asegurada al no enfrentarse a rivales de peso. Según la última encuesta de Emerson College sobre las primarias demócratas en Nevada publicada a principios de enero, Biden cuenta con un sólido respaldo del 78 %, mientras que la autora de libros de autoayuda Marianne Williamson solo tendría el 2 %.
El nombre del congresista de Minesota Dean Phillips no figurará en la papeleta al no haberse presentado a estas primarias.
Biden llega a esta cita después de su rotundo triunfo en las primarias demócratas de Carolina del Sur, el estado que inauguró la contienda demócrata y donde logró el 96,2 % de los votos, dejando muy rezagados a Williamson (2,1 %) y Phillips (1,7 %).
En caso de que se alce con la victoria en Nevada, obtendría los 36 delegados que asigna ese estado. Para ser proclamado oficialmente como el candidato presidencial demócrata necesita unos 2.000 delegados.
En Nevada, alrededor de 2,3 millones de votantes están registrados para votar. De este total, el 31 % son demócratas, el 28 % son republicanos y el 34 % son independientes, según datos oficiales.