Miami, 19 dic (EFE).- La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó este lunes el asesinato de Francklin Tamar, el noveno periodista que muere violentamente en Haití este año, e instó a los Gobiernos de América Latina a combatir un problema que se ha agravado en 2022.
Tamar, que tenía 38 años y dirigía los espacios “Kompa, Kompa” y “Sábado Cultural” en radio Solidarité, murió camino al hospital después de haber sido tiroteado por individuos que viajaban a bordo de una motocicleta el 18 de diciembre cerca de su casa, en el centro de Puerto Príncipe.
El presidente de la SIP, Michael Greenspon condenó el asesinato y expresó la solidaridad de la organización con los familiares y colegas de Tamar.
“Lamentamos la muerte de otro reportero haitiano, hecho que demuestra una vez más los riesgos de violencia a los que se exponen los comunicadores (en Haití), quienes han sido víctimas de las agresiones y abusos de pandillas, manifestantes y la policía”, subrayó Greenspon, director global de Licencias e Innovación de Impresión, The New York Times Company, Estados Unidos.
Instó además a las autoridades a “indagar con sentido de urgencia y responsabilidad” este y los otros ocho casos de periodistas asesinados este año en Haití.
El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Carlos Jornet, aseveró que “2022 tiene la negativa connotación de ser el año más violento contra el periodismo del hemisferio occidental del cual tengamos registro”.
Jornet, director periodístico del diario La Voz del Interior, de Argentina, subrayó que con el crimen de Tamar, la cifra de asesinados en lo que va de 2022 es de 42.
Veinte de esos asesinatos han ocurrido en México, nueve en Haití, tres en Colombia, otros tantos en Honduras, dos en Ecuador y uno en cada uno de estos países: Brasil, Chile, Estados Unidos, Guatemala y Paraguay.
Antes que Tamar fueron asesinados este año en Haití: Fritz Dorilas, Romelo Vilsaint, Tess Garry, Frantzsen Charles, Tayson Lartigue, Maxihen Lazarre, Wilguens Louissaint y Amady John Wesley.
Greenspon y Jornet reiteraron que la semana pasada la SIP subscribió una declaración pública sobre el agravamiento de las condiciones para ejercer el periodismo en Latinoamérica, junto a otras seis organizaciones.
En la declaración llamaron a los Gobiernos a adoptar estrategias para combatir la violencia contra la prensa en todas sus formas “para que las lamentables cifras de agresiones registradas en América Latina no se repitan y no aumenten”.
La SIP es una organización sin fines de lucro dedicada a la defensa y promoción de las libertades de prensa y de expresión en las Américas y está compuesta por más de 1.300 publicaciones del hemisferio occidental.