Monterrey (México), 27 dic (EFE).- Durante 2022, el norteño estado mexicano de Nuevo León enfrentó la peor crisis hídrica de los últimos 30 años lo que puso en entredicho la administración del vital líquido, el crecimiento desordenado de su metrópoli e incluso llevó al Gobierno federal a plantear la suspensión de producción de cerveza en la región.
Ante el bajo almacenamiento de dos de sus tres presas: La Boca y Cerro Prieto, que abastecen a la zona metropolitana, el Gobierno estatal se vio en la necesidad de implementar cortes programados para racionalizar la escasa agua con la que contaban sus embalses.
Aunque la escasez del agua está relacionada con las bajas precipitaciones en la región y temperaturas cada vez más altas a causa del cambio climático, la situación también tiene que ver con el crecimiento de la población que se disparó de 3,5 millones de habitantes en 1995 a 5,7 millones al corte de 2020, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Debido a la crisis, el Gobierno estatal, encabezado por Samuel García, tomó acciones como realizar recorridos por municipios fuera de la zona metropolitana del estado para “cerrar la llave” a los ranchos o propiedades que llevaban años robando el vital líquido.
A través de sus redes sociales, exhibió el robo de agua que sufría Nuevo León, en medio de una sequía extrema y temperaturas de hasta 40 grados centígrados.
Por su lado, Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey, empresa encargada de la administración del vital líquido, determinó solo seis horas diarias de abasto por lo que los usuarios tuvieron que ingeniárselas para almacenar para sus necesidades básicas como el aseo personal y preparación de alimentos.
Dicha medida inédita, ocasionó un desabasto de tinacos e incluso de agua embotellada ante su gran demanda.
“Estamos en una crisis extrema”, admitió el gobernador ante la grave situación.
Incluso la administración estatal con apoyo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) inició un plan para bombardear nubes con yoduro de plata para estimular las precipitaciones.
SITUACIÓN INÉDITA
La crisis hídrica también llevó a situaciones inéditas en el estado como vecinos peleando a golpes por el agua que repartían pipas o el robo a mano armada de más de 1.600 garrafones que eran trasladados a un parque industrial.
Por su parte, desde el Gobierno federal, el presidente Andrés Manuel López Obrador, solicitó a las empresas refresqueras y cerveceras parar su producción y destinar toda esa agua a la población.
“Hay otras (empresas) que sí podrían ayudar, por ejemplo, las cerveceras y refresqueras, que en el caso de Nuevo León en estos días ya tomen la decisión de no consumir agua para cerveza, para refresco y que se destine toda el agua para uso doméstico”, dijo el mandatario.
Otro planteamiento que también hizo López Obrador en relación con la sequía en el norte del país fue trasladar la producción de cerveza al sur de México.
“Ya no se pueden entregar permisos de explotación en donde no hay agua”, destacó en su conferencia matutina, el pasado 8 de agosto.
De cara al 2023, industriales de Nuevo León confiaron que la construcción del acueducto El Cuchillo 2 ayudará a mejorar el abasto de agua para el estado, pero además también resaltaron las acciones del sector empresarial.
“Hemos hecho y hemos seguido haciendo un esfuerzo importante para ver cómo nos hacemos más eficientes. Yo te diría que más o menos lo que se consume del lado empresarial son 4 o 5 de cada 100 litros”, señaló Rodrigo Fernández Martínez, presidente de la Cámara de la Industria de la Transformación (Caintra) Nuevo León.
Resaltó que también del lado agrícola hay mucho qué hacer como un riego más eficiente.
Además, planteó el manejo de fugas, evitar el robo de agua y mejorar los hábitos de consumo.