Miami, 19 ago (EFE).- Un joven de 18 años que confesó ser el autor material del asesinato en Texas de una niña inmigrante de 11 años de Guatemala fue arrestado en Luisiana, confirmaron este sábado las autoridades y la familia de la víctima.
Juan Carlos García Rodríguez fue detenido por la Policía de Shreveport, en Luisiana, y reconoció ser la persona que violó y asesinó a María González el pasado 12 de agosto en el apartamento donde la menor vivía con su padre, Carmelo González, informó hoy la Policía de Pasadena, en Texas.
García, que el viernes ya había sido considerado “persona de interés” por los investigadores, se halla bajo custodia y a la espera de ser extraditado a Texas, agregó la dependencia policial.
La menor fue asesinada en un complejo de apartamentos de Pasadena, ciudad del área metropolitana de Houston y en el que vivía junto a su padre desde hacía tres meses, mientras que su madre y una hermana viven en Guatemala.
De acuerdo a Josh Bruegger, jefe del Departamento de Policía de Pasadena, el detenido también es de Guatemala y vivía desde hace unas tres o cuatro semanas en el mismo complejo de apartamentos, junto a otras dos personas que eran conocidos de amigos suyos.
La clave de la investigación resultó ser una llave encontrada en el apartamento donde ocurrieron los hechos y que correspondía con la unidad en la que vivía el asesino confeso, un inmigrante que llegó al país en enero pasado y quien pocos días después de cometer el crimen huyo de este pueblo de gran mayoría hispana.
Asimismo, los resultados de las pruebas de ADN vincularon al joven con el asesinato de la niña.
De acuerdo a la Policía, el padre encontró el cuerpo sin vida de la menor envuelto en una bolsa de plástico y dentro de una cesta de ropa que fue colocada debajo de una cama al interior de la vivienda.
El día de los hechos, el padre salió a trabajar y dejó a la menor sola en el apartamento. Minutos después, su hija le escribió diciendo que alguien tocaba la puerta, tras lo cual padre y la menor sostuvieron un intercambio de mensajes que se cortó de manera abrupta, lo que llevó al progenitor a acudir a la vivienda.
“Estamos extremadamente agradecidos de que (García Rodríguez) no pueda volver a causar este tipo de dolor a nadie. Pido a los que están a cargo que nos den justicia. Que le caiga todo el peso de la ley por lo que le ha hecho a mi hija”, dijo Carmelo González en un comunicado difundido poco después del arresto.