Washington, 23 jun (EFE).- La ministra chilena de la Mujer, Antonia Orellana, dijo que ve “con buenos ojos” el borrador de la nueva Constitución elaborado por un grupo de expertos, pero prometió que el Gobierno respetará los cambios al texto que lleve a cabo la Comisión Constitucional.
Entrevistada por EFE en Washington con motivo de la 53 Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), la ministra remarcó que no le corresponde a ella opinar sobre el contenido en materia de paridad que debe constar en la nueva Ley Fundamental.
“Nosotras vemos con buenos ojos lo que se ha entregado al Consejo Constitucional, pero el Gobierno de Chile respeta la autonomía del Consejo”, expresó Orellana.
La ministra subrayó que el anteproyecto elaborado por un grupo de 24 expertos tiene en cuenta los “tratados internacionales” como una base para elaborar las leyes nacionales.
Este es el segundo intento de Chile en tres años por redactar una nueva ley fundamental, tras el amplio rechazo a una propuesta refundacional, elaborada por una convención de mayoría de izquierdas y considerada una de las más feministas del mundo.
Orellana opinó que ese texto fue rechazado porque el “ensimismamiento” de la anterior Convención “alejó el proceso de la gente”.
“Yo no soy de las personas progresistas que le echan la culpa a las ‘fake news’. Creo que si los procesos políticos generan desafección hay que mirar el proceso”, expresó la ministra.
Periodista y activista, Orellana es la ministra de la Mujer con más poder de la historia de Chile e integra el llamado “comité político”, el núcleo duro del Gobierno del presidente Gabriel Boric, el primero con más mujeres que hombres del continente.
La ministra aseguró en la entrevista que uno de sus principales retos es “recuperar la confianza” del movimiento feminista en las instituciones.
“Si no hay confianza en la institucionalidad de género del Estado, es poco lo que podemos hacer para poder conseguir avances”, remarcó.
Orellana explicó que su Ministerio “trabaja con las luces largas” porque hay muchas iniciativas que se están impulsando que “solo van a ver la luz para las mujeres” cuando termine la legislatura.
Entre los trabajos, puso como ejemplo la elaboración de un plan nacional de cuidados y la Ley Integral de Violencia, que busca que “el Estado sea un espacio de actuación rápida frente a casos de violencia basada en género y no un proceso burocrático” que desalienta a las mujeres a denunciar.
Sobre la posibilidad de legalizar el aborto en Chile, actualmente limitado a salvar la vida de la madre, inviabilidad fetal y violación, la ministra dijo que el escenario en el Congreso “no es favorable”.
“Se requiere un acuerdo amplio, así que tenemos que buscar un acuerdo entre quienes están a favor, porque hay distintas percepciones en el movimiento feminista”, dijo.