Ciudad de México, 4 mar (EFE).- La Iglesia católica mexicana pidió este lunes a los candidatos presidenciales firmar el ‘Compromiso nacional por la paz’ en medio de la violencia del crimen organizado que ha afectado a líderes religiosos.
La Iglesia convocó a la candidata presidencial del oficialismo, Claudia Sheinbaum, y a los opositores, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez, a un evento el próximo lunes en Ciudad de México para presentarles la ‘Agenda nacional de paz’ y un documento con propuestas de políticas públicas sobre el tema.
Hasta ahora, solo Gálvez ha aceptado la invitación, pero si los demás aceptan sería el primer evento que reuniría a los tres candidatos presidenciales desde el arranque de las campañas oficiales el viernes pasado rumbo a las elecciones del 2 de junio.
La firma será en el Centro Cultural Tlatelolco de Ciudad de México el 11 de marzo, indicó un comunicado de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos y Religiosas de México, y la Dimensión Episcopal para los Laicos.
“Este encuentro tiene como objetivo presentar, de forma escalonada a las y al candidato presidencial junto con sus equipos de campaña, propuestas concretas en materia de construcción de paz acerca de: tejido social, seguridad, justicia, sistema penitenciario, adolescentes frente al crimen organizado y gobernanza”, detallaron.
Las organizaciones religiosas expusieron que durante un año y medio compilaron visiones de más de 20.000 personas y 1.600 instituciones en una serie de foros.
Ahora, en una segunda etapa, buscan traducir esto en acciones.
Además de líderes religiosos, en el evento participarán representantes de sectores académicos, sociedad civil organizada, empresas, artistas, embajadas, organismos internacionales, gobiernos locales, medios de comunicación, jóvenes, víctimas, indígenas, migrantes, entre otros.
La tensión entre líderes religiosos y el crimen organizado ha crecido este año en México, donde en febrero la violencia obligó a las iglesias cristianas a cerrar en al menos 10 municipios de Chiapas, estado de la frontera sur de México.
También en febrero trascendió una negociación de paz entre la Iglesia católica con grupos narcotraficantes en el estado de Guerrero.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha respaldado estos diálogos, pero durante su mandato ha chocado con la Iglesia católica, a la que acusó el año pasado de apoyar “al bloque conservador”.