Nueva York, 26 jul (EFE).- Fiscales federales de Estados Unidos pidieron este miércoles a un juez que revoque el arresto domiciliario en el que se encuentra Sam Bankman-Fried, el fundador de la malograda plataforma de criptomonedas FTX, y que lo envíe a prisión a la espera de juicio por tratar de influir en testigos del caso.
La Fiscalía hizo esta solicitud durante una vista celebrada en Nueva York, según recogen medios estadounidenses presentes en la sala.
A la espera de tomar en los próximos días una decisión sobre esa petición, el juez Lewis Kaplan emitió hoy una orden que prohíbe temporalmente a Bankman-Fried hablar públicamente sobre su caso.
Los fiscales acusan al exdirector ejecutivo de FTX de filtrar al diario The New York Times documentos personales de Caroline Ellison, una de sus socias y con la que se le relacionaba sentimentalmente, tras saber que podría testificar en su contra en el juicio previsto para octubre.
Según la Fiscalía, ese sería sólo el último de varios episodios en los que Bankman-Fried se habría comunicado con medios y servido de fuente para sus informaciones como parte de una campaña para tratar de desacreditar a posibles testigos e influir en el proceso.
Kaplan, según los medios presentes, dijo tomarse “muy en serio” los argumentos de los fiscales y advirtió al acusado: “Señor Bankman-Fried, será mejor que también usted se lo tome en serio”.
El empresario de 31 años -conocido a menudo por sus iniciales SBF- fue detenido el año pasado y extraditado a Nueva York en diciembre desde las Bahamas, sede de su empresa y donde residía cuando la firma se hundió.
Actualmente, se encuentra bajo arresto domiciliario en casa de sus padres en Palo Alto (California) tras pactar una cuantiosa fianza de 250 millones de dólares, una de las más altas de la historia.
FTX, que era una de las mayores plataformas de criptomonedas del mundo, se hundió rápidamente el pasado noviembre después de que muchos usuarios se apresuraran a retirar sus fondos en medio de informaciones que ponían en duda la solvencia de la compañía.
A raíz del hundimiento, las autoridades estadounidenses acusaron a Bankman-Fried y a otros responsables de FTX y de Alameda Research, su brazo inversor, de un gigantesco fraude en la gestión de su negocio, que había convertido al joven empresario en multimillonario y una de las figuras más influyentes en el mundo de las criptomonedas.
Hasta el momento, tres de sus exsocios ya han admitido su culpabilidad ante la fiscalía y se han mostrado dispuestos a colaborar con las investigaciones, lo que puede complicar la situación de Bankman-Fried.