Washington, 13 jun (EFE).- Los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto de la Reserva Federal estadounidense inician este martes una reunión en la que decidirán si las diez subidas de tipos llevadas a cabo en el último año son suficientes o si es necesario seguir elevándolos.
Mientras que en las anteriores ocasiones las subidas estaban previstas por la mayoría de los analistas, esta vez no hay consenso sobre lo que va a suceder. La Fed informará mañana miércoles de la decisión y su presidente, Jerome Powell, la explicará en una rueda de prensa.
Aunque la incertidumbre en torno a la reunión es el sentimiento mayoritario de los economistas, este martes se ha conocido un dato que podría inclinar la balanza hacia hacer una pausa en las subidas: la tasa interanual de inflación bajó considerablemente en mayo, nueve décimas, hasta situarse en el 4 %, su nivel más bajo desde marzo de 2021.
Esta es la segunda caída más pronunciada del índice de precios de consumo desde que comenzara a bajar hace once meses, aunque la cifra está todavía lejos del objetivo de la Fed del 2 %.
Por ello la mayoría de los expertos estiman que el techo que pueden alcanzar los tipos de interés todavía no se ha alcanzado y que habrá más subidas este año, aunque ven posible una pausa temporal en esta reunión de junio y una posible nueva subida en julio.
Según la gestora senior de carteras de renta fija de Federated Hermes, Orla Garvey, se espera que la Fed anuncie mañana una pausa y que reanude las subidas de tipos en julio y septiembre.
“Nuestra opinión es que nos estamos acercando al final de los actuales ciclos de subidas y, aunque es posible que se produzcan nuevas subidas, la cuestión más importante y de mayor repercusión es cuánto tiempo permanecerán los bancos centrales con los tipos en su nivel terminal y, posteriormente, cuándo y en qué medida los recortarán”, afirmó en un comunicado.
Tras diez aumentos consecutivos, que comenzaron en marzo de 2022, la tasa actualmente oscila entre el 5 % y el 5,25 %, el nivel más alto desde mediados de 2007.
La última subida, de un cuarto de punto, se anunció el pasado 3 de mayo. Según se conoció tras la publicación de las actas de la reunión, los participantes expresaron mayoritariamente incertidumbre sobre lo apropiado de restringir más la política monetaria.
Algunos miembros del Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed (FOMC, en inglés) se mostraron a favor de continuar con las subidas por la lentitud con la que la inflación se está reduciendo en el país.
Otros miembros del organismo, sin embargo, consideraron que “no sería necesario” restringir más la política monetaria si la economía continúa avanzando en la dirección de sus estimaciones.
Según el equipo técnico que elabora las proyecciones del banco central, la economía estadounidense se desacelerará durante los dos próximos trimestres y podría entrar en una ligera recesión a finales de 2023, antes de retomar ritmo y comenzar a recuperarse.
En una encuesta realizada a economistas por Financial Times y el Centro Kent A Clark para Mercados Globales de la Escuela de Negocios Booth de la Universidad de Chicago, los expertos pronosticaron también que habrá al menos dos aumentos más de la tasa de interés de un cuarto de punto este año.
Así, de los 42 economistas encuestados entre el 5 y el 7 de junio, el 67 % pronosticó que la tasa alcanzará un máximo de entre el 5,5 y el 6 % este año.
Ante una inflación desbocada como consecuencia de la pandemia y de la guerra de Rusia contra Ucrania, la Fed comenzó el 17 de marzo de 2022 a subir los tipos. Lo hizo con 25 puntos básicos y subió 50 más en mayo.
Después comenzó a apretar el acelerador y realizó cuatro subidas de 75 puntos básicos. En diciembre aumentó medio punto y este año comenzó a ralentizar el ritmo con tres alzas de 25 puntos básicos.
Los rumores de una relajación del ritmo se hicieron más presentes tras la incertidumbre desatada en el sistema bancario por la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) y el Signature Bank y el rescate del First Republic Bank.
Aunque las causas de la quiebra son extensas, la investigación sobre lo sucedido apunta a que su situación financiera empeoró por la política monetaria de la Fed. Pese al miedo a que la crisis pudiera extenderse por el momento no ha sucedido, tras la rápida reacción de las autoridades estadounidenses.