Washington, 27 jul (EFE).- La economía estadounidense registró en el segundo trimestre del año un crecimiento del 0,6 % con respecto al trimestre anterior, según el primer cálculo del Producto Interior Bruto del país publicado este jueves por la Oficina de Estadísticas Económicas.
El ritmo anual de crecimiento entre abril y junio fue del 2,4 %, de acuerdo a esta estadística.
Según estos datos, el crecimiento de la primera economía del mundo se ha acelerado, ya que en el primer trimestre fue de medio punto en términos intertrimestrales y del 2 % en ritmo anual.
Estados Unidos muestra así la resiliencia de su economía a pesar de las subidas consecutivas de tipos de interés en el último año para reducir la inflación, una política monetaria restrictiva que tampoco parece haber afectado al mercado laboral.
Los datos se conocen dos días después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) elevara en dos décimas, hasta el 1,8%, su previsión de crecimiento para Estados Unidos este año.
Además, se publican un día después de que la Reserva Federal anunciara una nueva subida de un cuarto de punto de los tipos de interés tras la pausa de junio, colocando la horquilla el 5,25 % y el 5,5 %, su máximo nivel desde 2001.
En la rueda de prensa en la que explicó esta nueva subida de tipos, el presidente de la Fed, Jerome Powell, destacó la fortaleza de la economía estadounidense, aunque también recordó que la inflación sigue siendo elevada.
En junio, la tasa de inflación cayó hasta el 3 %, aunque la inflación subyacente, la que excluye los alimentos frescos y la energía y en la que más se fija la Fed, estaba aún en una tasa elevada, del 4,8 %.
Lo que está claro es que las subidas de tipos no han provocado un enfriamiento de la economía como se esperaba, al menos en lo que se refiere al consumo de los hogares, que es la principal razón del aumento del PIB en el segundo trimestre del año, aunque sí parece que ya van haciendo mella en otros componentes como la inversión residencial, que se reduce.
Así, la oficina de Estadística Económicas atribuye el crecimiento del segundo trimestre al aumento del consumo de los hogares, tanto en bienes como en servicios, así como de la inversión no residencial.
Frente a estas subidas, bajaron la inversión residencial, las exportaciones y las importaciones.
En sus previsiones del pasado martes, el FMI justificaba la mejora de su previsión para Estados Unidos este año en la fortaleza del consumo a pesar de las subidas de tipos, aunque sí auguraba que la política monetaria restrictiva acabaría notándose y por eso calcula una desaceleración en 2024, con un crecimiento del 1 %.
El mercado laboral sigue estando fuerte a pesar de la ralentización de la creación de empleo registrada en junio -209.000 empleos netos, 130.000 menos que el mes anterior-, un mes en el que la tasa de desempleo bajó una décima, hasta el 3,6 %.