Los Ángeles (EE.UU.), 12 may (EFE).- De una sirenita afroamericana a un superhéroe latino, la industria de Hollywood trata de transmitir una imagen de apertura a la diversidad a las minorías que, según los expertos, aún dista mucho de la realidad.
Este impulso de compañías como Disney, con la versión humana de “The Little Mermaid” (“La Sirenita”), o Warner Bros., con el superhéroe mexicoamericano “Blue Beetle”, no ha sido casual, puesto que estudios como el Informe de Diversidad en Hollywood 2023 de la Universidad de California (UCLA) demuestran que las audiencias están más interesadas en contenidos plurales.
Las películas estrenadas en 2022 que contaron con un elenco en el que, al menos, uno de cada tres actores procedía de alguna minoría tuvieron mayor éxito en taquilla, mientras que los filmes que solo tuvieron dicha representación en una décima parte fueron los que percibieron los peores ingresos, según la investigación de UCLA.
Además, la comunidad negra, latina y asiática supusieron la mayoría de las ventas nacionales de las entradas de cine.
“Aunque hay progresos, hemos visto que Hollywood siempre hace el menor esfuerzo para alcanzar la diversidad”, dijo Ana-Christina Ramón, directora de la iniciativa de Investigación sobre Entretenimiento y Medios de Comunicación de la UCLA y coautora del informe, en declaraciones a EFE.
Desde su punto de vista, las normas de diversidad que han dictado reputadas organizaciones de cine, como la Academia de Hollywood, marcan estándares muy fáciles de alcanzar que no siempre satisfacen las verdaderas necesidades de un mundo globalizado.
“Existe un mal entendimiento por parte de los ejecutivos en torno a sus audiencias, en especial la latina. También es importante que exista más diversidad en los puestos de poder, no solo frente a la pantalla”, añadió.
PEQUEÑOS TRIUNFOS Y GRANDES REZAGOS
Los avances en la inclusión han sido más tangibles para las personas de la comunidad negra, que supone el 12,4 % de la población estadounidense, que han ganado terreno en la gran pantalla al punto de haber sido sobrerrepresentados en 2022, apuntan datos de la UCLA.
Para Claire Sisco King, profesora de estudios de Comunicación de la Universidad de Vanderbilt, esta disparidad con respecto a otras comunidades es resultado de la estrecha visión que se tiene de lo que es en realidad la diversidad en el país.
“En Estados Unidos cuando se habla de problemas raciales se suele reducir a términos de blancos y negros y claro que es importante, pero no deberíamos solo centrarnos en esto, hay otros grupos que sufren discriminación (asiáticos, latinos, indígenas, comunidad LGBT+, personas con discapacidad, etc.)”, planteó.
Si bien Ramón aplaude los esfuerzos de dicha comunidad por generar sus propios proyectos, asegura que sus logros siguen estando en la superficie, al no haber alcanzado victorias relevantes en los puestos de liderazgo.
LOS LATINOS, INFRARREPRESENTADOS
Pese a ser la minoría más grande de Estados Unidos y conformar el 18 % de su población, las metas de representación para la comunidad latina siguen vislumbrándose lejanas: tan solo un 5,5 % de ellos estuvo al frente de las pantallas de cine y un 6,6 % en el “streaming”, mientras que solo el 1,1 % dirigió un proyecto para cine y un 5 % para plataformas.
La reticencia a la inclusión también se ha vivido por parte del público, quienes han criticado los cambios que historias clásicas han enfrentado en las nuevas versiones audiovisuales.
El ejemplo más claro es la ola de comentarios racistas y crueles que se desataron tras el anuncio de que la sirenita Ariel sería interpretada por la actriz afroamericana Halle Bailey.
Otro ejemplo similar es el de los actores Ismael Cruz Córdova (Puerto Rico) y Sophia Nomvete (Inglaterra) de la serie “The Lord of the Rings: The Rings of Power”, quienes fueron señalados por su color de piel en redes sociales.
“Las personas se quedan atadas a las representaciones de lo que han visto en el pasado y tienen una visión muy cerrada de lo que es la diversidad. Por eso son importantes los ejemplos de filmes que nos hacen repensar las narrativas que la cultura blanca ha perpetuado”, comentó Cisco.
Robert Thompson, profesor de la Universidad de Siracusa y fundador del Centro Bleier para la Televisión, cree que no solamente es válido el cambio físico o argumental en las historias clásicas, sino que incluso es “necesario”.
“Una de las formas de mantener vivos los relatos y a los personajes es volviéndolos a contar en diferentes contextos para que se mantengan relevantes en el tiempo que viven”, mencionó, y explicó que cuando se trata de ficción no es necesaria la reproducción de productos pasados.
Finalmente, Ramón expuso que la representación en la pantalla es “vital” para el desarrollo de las colectividades y la creación de identidad de quienes las conforman.
“Los medios son un espejo del mundo para saber cómo es que te percibe la sociedad y si eres valorado. Si un grupo no es representado es una forma de decirles que no son importantes para la sociedad”, apuntó.
Mónica Rubalcava