Washington, 8 dic (EFE).- La Cámara Baja de EE.UU. aprobó este jueves un incremento del 8 % en el presupuesto de defensa para el año 2023, valorado en casi 858.000 millones dólares y que rescinde además la obligación de que los militares estén vacunados contra la covid-19.
Los diputados validaron la llamada Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA, en inglés) por 350 votos a favor y 80 en contra, tras lo cual el texto proseguirá en el Senado su tramitación parlamentaria antes de ser ratificado por el presidente, Joe Biden.
El presupuesto final se eleva a 857.900 millones de dólares, de los cuales 816.700 van dirigidos al Departamento de Defensa y 30.300 a programas de seguridad nacional en el de Energía.
Los fondos acordados suman 45.000 millones a la cantidad inicialmente solicitada por Biden para afrontar el efecto de la inflación y acelerar la implementación de la Estrategia Nacional de Defensa.
Así, ese proyecto de ley autoriza 12.600 millones para hacer frente al impacto de la subida de los precios en las compras, otros 3.800 millones para contrarrestar ese efecto en los proyectos de construcción militar y 2.500 millones en las adquisiciones de combustible.
El acuerdo de este año, según el mismo, se centra en las prioridades “vitales” del país en materia defensiva, entre ellas la “competencia estratégica con China y Rusia, tecnologías disruptivas como las armas hipersónicas, la inteligencia artificial o la modernización de la aviación, los buques y los vehículos de defensa”.
El texto aprueba además un aumento del 4,6 % en el salario de los trabajadores del Departamento de Defensa, tanto civiles como militares.
Lo acordado este jueves también amplía la Iniciativa de Asistencia para la Seguridad de Ucrania y autoriza 800 millones de dólares adicionales para el año fiscal 2023, lo que supone un incremento de 500 millones respecto al presupuesto solicitado por Biden.
Asimismo, reafirma que el compromiso del Congreso estadounidense con la OTAN es “férreo” y enfatiza la importancia de mantener una respuesta unificada frente a la “injusta” guerra de Rusia en Ucrania y otros desafíos comunes de seguridad.
Entre esos retos se incluye una petición para que el secretario de Defensa, Lloyd Austin, facilite una estrategia para incrementar la cooperación con aliados y socios en Oriente Medio para contrarrestar las “amenazas de Irán” y grupos relacionados con ese país.
El presupuesto de Defensa suele aprobarse cada año con el apoyo de los dos partidos, lo que obliga a hacer concesiones.
Para John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, haber rescindido la obligación de que las tropas estén vacunadas contra la covid es un error: “Asegurarse de que están preparadas para defender este país sigue siendo la prioridad del presidente y ese mandato hacía precisamente eso”, dijo en declaraciones recogidas por The Washington Post.