Washington, 13 abr (EFE).- La batalla en torno a la píldora abortiva en EE.UU. continuó esta semana después de que el miércoles un tribunal federal congelara parcialmente la suspensión de su aprobación y de que el Departamento de Justicia anunciara hoy que recurrirá la decisión al no haber satisfecho todos sus requisitos.
El dictamen de este miércoles por la noche del Tribunal de Apelaciones del Quinto Distrito, con sede en Nueva Orleans (Luisiana), congeló parcialmente la orden que un juez de Texas emitió para que la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) retirara la autorización sanitaria a la mifepristona, vigente desde el año 2000.
La Administración del presidente Joe Biden había solicitado a esa Corte que frenara la decisión “extraordinaria y sin precedentes” del juez en contra de ese medicamento para abortar, alegando que es “un tratamiento seguro y eficaz”, avalado por la comunidad científica.
Ese tribunal, no obstante, mantuvo partes del fallo anterior que dificultan el acceso a la píldora.
Su fallo estipuló entre otros puntos que esté disponible hasta las primeras siete semanas de embarazo, tres menos que anteriormente, y que ya no pueda enviarse por correo, sino que deba ser recogida en persona.
El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, señaló este jueves en una declaración escrita la oposición del Departamento de Justicia a esa resolución que niega “en parte” su solicitud de que el fallo del juez federal de Texas en contra de la comercialización de esa píldora fuera suspendido en su totalidad.
“Buscaremos una intervención de urgencia del Tribunal Supremo para defender el juicio científico de la FDA y proteger el acceso de los estadounidenses a un servicio reproductivo seguro y efectivo”, sostuvo.
El juez federal de Texas Matthew Kacsmaryk, postulado por el expresidente republicano Donald Trump (2017-2021), sostuvo que la FDA violó el procedimiento adecuado al dar su aprobación a la mifepristona sin tener en cuenta el “impacto negativo” del fármaco en la salud. Nunca antes un juez había anulado las decisiones médicas de la FDA.
El magistrado dio una semana de plazo, que se cumple este viernes, para la entrada en vigor de la orden a fin de que el Gobierno de Biden tuviera tiempo de recurrirla.
El caso ha generado tanta preocupación por las consecuencias que pueda tener para la aprobación de otros medicamentos que unas 20 empresa farmacéuticas, incluidos gigantes como Pfizer, pidieron a la Corte de Apelaciones del Quinto Distrito que anule el fallo del juez.
Según el Instituto Guttmacher, una organización sin ánimo de lucro que apoya el derecho al aborto, el 54 % de las interrupciones de embarazos en Estados Unidos en 2022 fueron con píldoras abortivas como la mifepristona o el misoprostol.
La batalla política y judicial en torno al aborto se reavivó en Estados Unidos en junio del año pasado, cuando el Tribunal Supremo, de mayoría conservadora, tumbó el derecho constitucional al mismo a nivel federal, dejando en manos de cada estado la decisión.Tras ello decenas de estados gobernados por republicanos han restringido esta práctica.
La organización Planned Parenthood, que defiende una atención médica y reproductiva asequible de alta calidad en el país, calcula que desde entonces 18 de los 50 estados han prohibido el aborto o lo han restringido severamente, y que en 13 el acceso a ese servicio es en la práctica imposible aunque haya excepciones.