Ciudad de México, 5 ago (EFE).- “La asesina de Juárez”, la nueva novela de la escritora Mónica Hernández es un libro que, a partir de las mentiras de la ficción, afinca verdades, como que el presidente Benito Juárez tuvo comportamientos oscuros.
“Esa idea del pastorcito pobre que no sabía ni hablar español, que llevaba sus ovejitas y se casa con la hija del hacendado es romántica, poco realista, y poco real”, aseguró este sábado en entrevista a EFE la autora.
La obra, publicada por la editorial Planeta recrea la leyenda de ‘La carambada’, una mujer que salió del lodo y se convirtió en una bandolera obsesionada con ajustar cuentas, cuyo acto culminante fue poner veneno a la copa de Benito Juárez, cuando coincidieron en un baile.
“Antes de morir, ella confiesa haber matado a Juárez y el cura rompe el secreto de confesión; es una leyenda mexicana como tantas otras. En esa época muchos querían ver muerto a Juárez porque se estaba perpetuando en el poder a base de sobornos, malas artes y cambios en las leyes”, explica.
Durante 60 capítulos y un epílogo el libro hace un emocionante viaje por una parte de la segunda mitad del siglo XIX y se detiene en el derrocamiento de Maximiliano de Habsburgo y su supuesto asesinato en 1867. Ese hecho queda en duda porque la novela maneja la versión de que el cadáver del emperador fue sustituido por un militar, el prometido de ‘La carambada’.
BENITO JUÁREZ DE CARNE Y HUESO
Basada en investigaciones que realizó durante años, Hernández desacraliza la figura de Juárez, lo retrata de carne y hueso, con un lado vengativo, a veces como un personaje oscuro, el primero en practicar vicios presentes en los políticos de hoy: embarazar urnas, poner a votar a los muertos, sobornar gobernadores y al Senado.
“Deberíamos leer más historia porque seguimos repitiendo los mismos patrones de hace 150 años. Si nos enseñaran la historia de otra manera, entenderíamos que esto ya lo hicimos y no nos llevó a nada; por eso, en este país y en muchos otros, los gobiernos van a bandazos”, explicó.
Hernández tomó como punto de partida hechos confirmados en la historia de México y armó una ficción, según la cual Juárez no escucha los gritos de piedad y asesina a Maximiliano, pero en realidad a quien mata es al guardia José Joaquín, de gran parecido con el austríaco.
“Existe la leyenda de que no lo fusilaron. Aunque hechos históricos demuestran que lo tuvieron encerrado, Maximiliano no fue al juicio; lo iban a matar el 16 de junio, luego cambiaron el fusilamiento para tres días después. A la seis de la mañana lo asesinaron y nadie lo vio; cuando la madre, recibe el cuerpo dice, que no es su hijo”, explica la escritora.
Emilia, nombre que adopta ‘La carambada’, jura vengarse; en un momento de la novela conoce la ventiunilla, yerba que en grandes dosis mata a los 21 días de ser consumida. Necesita saber si funciona para matar al presidente y prueba envenenar a dos hombres, entre ellos un misógino violador.
Gracias a su cercanía con el Ministro Sebastián Lerdo de Tejada, ‘La carambada’ tiene acceso a un baile donde está Benito Juárez, un acto alrededor del cual gira la novela.
MENTIRAS CON HILOS FINOS
Hernández se dio a conocer como novelista con “Las perlas del Almirante”, una historia alrededor de la figura de Cristóbal Colón y después escribió “La cofradía de las viudas”, un thriller histórico acerca de mujeres que en el siglo XVII burlaron el machismo.
Ahora noveló una época más reciente, acerca de la cual hay crónicas y artículos, lo cual la hizo moverse con cautela por los pasillos de la ficción.
“Al contrario de mis otras dos novelas, de esta época de México, siglo XIX, hay mucha información. Había que mentir como hacemos los novelistas, pero tenía que hilar finas las mentiras para hacerlas creíbles”, comentó.
Su novela permite conocer tejes y manejes de la política mexicana hace siglo y medio, desvela intrigas, traiciones y violencia, mientras una mujer ataca desde la sombra y hace que tiemble el poder.
“Esta es la historia de una protagonista que es una antagonista también. No es una mujer devota y pura, es lo contrario”, reconoce la novelista.