Los Ángeles, 28 abr (EFE).- Lograr que los barrios de bajos recursos en Estados Unidos tengan “escuelas buenísimas” se ha convertido en el objetivo del exalcalde de Providence (Rhode Island) Jorge Elorza, quien fue nombrado director de Demócratas por la Reforma Educativa (DFER), desde donde espera encabezar una cruzada en favor de las escuelas chárter para todos.
En entrevista con EFE, Elorza sostuvo que en los últimos años se ha logrado “un cambio real” en el camino hacia una reforma educativa.
Califica de “éxito” los avances logrados para establecer escuelas chárter en comunidades menos favorecidas alrededor de EE.UU., pero asegura que “aún falta mucho por hacer”.
Las escuelas chárter han enfrentado críticas porque reciben fondos públicos y generalmente no cobran colegiatura, pero operan de forma autónoma de los distritos escolares, son selectivas, y no inscriben a estudiantes de comunidades históricamente desatendidas, algo que Elorza quiere cambiar.
Explica que uno de los avances alcanzados en esa dirección es que los latinos de bajos recursos se han dado cuenta de que “tener una escuela buenísima” no es algo exclusivo de ciudades de altos ingresos, y que se están uniendo a este movimiento para lograr una mejor educación para sus hijos.
Elorza es el primer latino en ser nombrado director ejecutivo de DFER, organización demócrata fundada hace 15 años que se dedica a abogar por cambios en el sistema educativo ante el Gobierno federal y los estados.
“Creo que alguien que viene de estas comunidades (menos favorecidas), alguien que conoce la lucha y sigue conectado con sus problemas, puede abogar directamente (por esas comunidades) a los niveles más altos de Estados Unidos y de los estados”, opinó.
El hispano de 46 años llegó a este puesto tras cumplir dos periodos como alcalde de Providence (2015-2023), la capital y ciudad más grande de Rhode Island, donde emprendió “acciones audaces” para promover el acceso a la educación para los menos favorecidos, y apoyó la expansión de escuelas chárter de alta calidad en la ciudad.
Sus logros incluyen la incorporación del Departamento de Educación de Rhode Island en el proceso de toma de decisiones del sistema escolar de Providence.
También fue impulsor de la iniciativa “Comer, Jugar, Aprender” para expandir el aprendizaje fuera de la escuela y estableció un Grupo de Embajadores Afroamericanos reconocido a nivel nacional para asegurar que líderes de esa comunidad tengan voz en la formulación de políticas.
Como hijo de inmigrantes guatemaltecos, el demócrata dice saber de primera mano que uno de los sueños de los inmigrantes es brindar una buena educación para sus hijos. “Ponen todas sus esperanzas en las escuelas públicas, pero a veces los niños no reciben la educación que merecen”, señaló.
Su mayor preocupación es el bajo rendimiento de los estudiantes en los sistemas escolares de grandes ciudades, por lo que desde su nuevo puesto se propone que “todos juntos aboguemos porque haya más oportunidades” de tener escuelas de alta calidad.
Asegura que existe una “gran necesidad de un liderazgo audaz para transformar la educación pública” porque “lamentablemente hay políticas que no funcionan”.
“Lo he visto como alcalde. Fácilmente pueden pasar cuatro u ocho años y no se ha realizado ningún cambio. Mi trabajo es impulsar y apoyar las medidas que realmente van a transformar a las escuelas públicas que nuestros jóvenes necesitan”, sostiene.
Insiste en que es necesario reformar el sistema de escuelas para que los estudiantes estén seguros de que “tendrán un futuro”.
“Debemos asegurar escuelas que permitirán a los estudiantes tener futuro. Con eso vamos a prevenir que se vayan por el camino de las armas, las drogas y las pandillas”, puntualizó.
Elorza, que enfoca su abogacía en líderes demócratas, también rechazó los intentos de prohibiciones de libros y de clases, que van al alza en el país.
Una reporte reciente de la Asociación Americana de Bibliotecas (ALA) registró un total de 1.269 intentos de censura de libros y otros recursos en 2022, cifra que prácticamente duplicó la del año anterior y que marcó un récord en las dos décadas que la organización lleva recopilando este tipo de datos.