Chicago (EEUU), 31 ene (EFE).- Una investigación publicada este miércoles por el Washington Post denunció carencias en el acuerdo de la NFL sobre los golpes en la cabeza, entrado en vigor en 2015, y asegura que no entrega “habitualmente” dinero ni atención médica a exjugadores que sufren demencia como consecuencia de los golpes en la cabeza.
La liga de fútbol estadounidense sostiene que el acuerdo se está respetando y destaca que ha pagado cerca de 1.200 millones de dólares a más de 1.600 exjugadores y a sus familias en siete años, se lee en la investigación.
La NFL aceptó en este acuerdo pagar dinero a los exjugadores que sufrieran graves problemas cerebrales vinculados con los repetidos golpes recibidos en sus carreras deportivas, así como crear una red nacional de doctores que atiendan a los jugadores con señales de demencia, según la investigación del Washington Post.
Sin embargo, el diario estadounidense asegura que “el acuerdo habitualmente no entrega dinero ni atención médica a jugadores que sufren demencia y encefalopatía traumática crónica (CTE, por sus siglas en inglés)”, algo que permite a la NFL “ahorrar cientos de millones de dólares, o más”.
En la investigación se lee que los parámetros establecidos por el acuerdo de la NFL para diagnosticar demencia son más exigentes respecto a la definición estándar de Estados Unidos y que varios doctores declararon al Washington Post que, si siguieran la definición de la liga de fútbol americano, no diagnosticarían demencia en muchos pacientes.
Una de las doctoras entrevistadas, Carmela Tartaglia del departamento de neurología de la Universidad de Toronto, consideró que la regla fue escrita de esa forma a propósito “solo para que la NFL ahorrara dinero”.
El Washington Post asegura además que “al menos catorce jugadores no cumplieron con los requisitos de acceso a indemnizaciones o atención médica” y que después de su muerte hubo confirmación de que padecían encefalopatía traumática crónica.
El diario estadounidense informa de que el abogado de la NFL, Brad Karp, cuestionó las conclusiones del Washington Post y sostuvo que el dinero pagado por el acuerdo es una demostración de se gestiona “de forma correcta”.