Tucson (AZ), 4 ene (EFE).- El polémico “muro” de contenedores metálicos instalado en la frontera con México por el ahora exgobernador de Arizona Doug Ducey comenzó a ser desmantelado esta semana después de las demandas y polémicas que causó su instalación en terrenos federales y áreas ecológicas vulnerables.
Con maquinaria pesada, los trabajadores comenzaron la remoción de la barrera, trabajos que se prevén tardarán al menos una semana.
En sus últimos días como gobernador, el republicano Ducey aceptó retirar los contenedores que buscaban tapar espacios abiertos que había dejado el muro fronterizo construido bajo la Administración de Donald Trump (2017-2021).
Los trabajos se llevan a cabo dentro del Bosque Nacional de Coronado, y bajo la nueva Administración de la demócrata Katie Hobbs, quien juramentó esta semana como gobernadora de Arizona.
El Departamento de Justicia estadounidense entabló el mes pasado una demanda en contra del estado asegurando que ese “muro” fronterizo era “ilegal”.
En conjunto con defensores del medioambiente, el Gobierno del presidente Joe Biden aseguró que la barrera fue colocada sin autorización federal y que dañaba tierras federales y representaba un peligro para la seguridad pública.
El desmantelamiento, que comenzó el lunes en el condado de Yuma, tiene inconformes a otros sectores.
“Me temo que el retiro de los contenedores sea una ‘invitación’ para que más inmigrantes indocumentados traten de cruzar la frontera”, dijo a EFE el republicano Jonathan Lines, supervisor de un distrito del condado Yuma.
El político aseguró que él mismo ha sido testigo de las largas líneas de migrantes que diariamente se forman a un lado de muro fronterizo para ser procesados por la Patrulla Fronteriza.
“Sin nada que detenga su paso, más personas cruzarán, incluyendo traficantes de drogas, algo que podía poner en peligro la seguridad de nuestra comunidad”, subrayó.
Por otro lado, el grupo de Resistencia en Contra del Muro Fronterizo criticó la falta de acceso que ha dado el Gobierno federal a los activistas y periodistas para observar y fotografiar la remoción de los contenedores.
Ducey ordenó su colocación en agosto pasado, como parte de un plan con un costo aproximado de 120 millones de dólares y que consistía en colocar en fila un total de 3.000 contenedores, con alambre de púas en la parte superior.
Se prevé que la gobernadora Hobbs dé además por terminada una demanda presentada por Arizona que pedía a una corte terminar con una orden presidencial establecida hace 115 años que da el control de la frontera al Gobierno federal.