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Miami, 7 oct (EFE).- Ketanji Brown Jackson, la primera jueza afroamericana del Tribunal Supremo de Estados Unidos, fue honrada con una calle del condado de Miami-Dade (Florida), donde creció y destacó como estudiante en sus primeros años académicos.
Los comisionados (concejales) de Miami-Dade aprobaron con el voto mayoritario dar el nombre de una calle a la jueza, que si bien nació en Washington en septiembre de 1970, creció en este condado, donde se graduó en la escuela Miami Palmetto Senior High School, según una resolución divulgada este viernes.
De esta manera, los comisionados honraron a la jueza de la Corte Suprema al cambiarle el nombre a la calle Southwest 184, conocida como Eureka Drive, que pasará a llamarse Justice Ketanji Brown Jackson Street entre Old Cutler Road y Caribbean Boulevard.
La resolución recuerda que, más allá de sus años de escolarización en el condado, la familia de la jueza está profundamente arraigada en Miami-Dade, ya que su padre, Johnny Brown, trabajó como abogado de la Junta Escolar del condado desde 1983.
La madre de la magistrada, Ellery Brown, fue directora de la escuela en New World School of the Arts, ubicada en Miami, desde 1993.
“El historial de logros de la jueza Jackson y su ascenso al tribunal más alto de la nación sirven de inspiración a los miembros de esta comunidad”, subraya la resolución.
Frederica Wilson, mujer de raza negra que en 2010 dio el salto a la política nacional al ser elegida miembro de la Cámara de Representantes de EE.UU., acudió a la reunión para mostrar su apoyo a la iniciativa.
“Como uno de los primeros miembros del Congreso en escribirle al presidente Joe Biden en apoyo de la nominación de Ketanji Brown al Tribunal Supremo, no podría estar más emocionada de continuar mi defensa aquí”, destacó en su intervención Wilson, del Partido Demócrata.
“He visto al primer presidente negro de los Estados Unidos y siempre soñé que vería a una mujer negra nominada a la Corte Suprema de los Estados Unidos”, destacó.
Wilson dijo que conoce a la jueza Brown Jackson desde que era una niña pequeña y que ya entonces vio que “estaba destinada a romper los techos”, tras mostrar su orgullo por tratarse de un ejemplo de éxito salido “de las escuelas públicas de Miami-Dade”.
La congresista dijo que el cambio del nombre en la calle inspirará a muchos en el futuro y que se trata de un ejemplo de cómo “no hay límite que los niños negros no puedan alcanzar”.
Brown Jackson se convirtió el pasado 30 de septiembre en la primera jueza afroamericana del Tribunal Supremo de EE.UU., tras ser investida en una ceremonia a la que acudió el presidente del país, Joe Biden.
Brown Jackson, de 52 años, había jurado su cargo el pasado 30 de junio, al hacerse efectiva la salida de su antecesor, el juez Stephen Breyer.
Biden cumplió así su promesa de nominar a una mujer afroamericana para ocupar un puesto en el Supremo, donde actualmente todo el bando demócrata está ocupado por mujeres, mientras que en el republicano solo hay una.
Tras graduarse en la Universidad de Harvard, Brown Jackson fue jueza en la Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia, considerado el segundo tribunal más importante del país y una plataforma para ascender al Supremo.
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