Tegucigalpa, 7 ene (EFE).- Más de 369.000 migrantes irregulares ingresaron a Honduras en 2024 en su viaje hacia Estados Unidos, lo que representa un 32,2 % menos a la cantidad de extranjeros que entraron al país durante 2023, informó este martes el Instituto Nacional de Migración (INM).
Entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2024 entraron a Honduras 369.258 migrantes, una cifra menor a la de 545.043 de 2023, pero mayor a los 188.858 de 2022, según cifras del INM.
Del total de migrantes que pasaron por Honduras, 187.331 eran de Venezuela, seguido de Cuba (60.007), Ecuador (18.342), Haití (16.823), Colombia (16.665) y China (10.071), detalló el Instituto de Migración.
Los restantes 60.019 migrantes que ingresaron a territorio hondureño proceden de más de una treintena de países del mundo, incluidos asiáticos y africanos.
El 47,5 % (175.526) de los migrantes son hombres, 26,4 % (98.377) mujeres y un 25,8 % (95.355) son niños, niñas y adolescentes, agregó.
Del total de extranjeros que entraron a Honduras, el 32,5 % (120.041) tenían entre 21 y 40 años, el 25,8 % (95.355) eran menos de 20 años.
Muchos de los migrantes irregulares son acogidos en Centros de Atención al Migrante Irregular (CAMI) habilitados por el Gobierno, donde toman sus datos biométricos y reciben alimentación y atención médica.
El INM indicó que el 97,2 % (358.814) de los inmigrantes ingresaron a Honduras por los municipios de Danlí y Trojes, departamento de El Paraíso, fronterizo con Nicaragua, una región que en los últimos años se ha convertido en la principal ruta que extranjeros utilizan para entrar al país centroamericano y seguir hacia Estados Unidos.
En Honduras, un paso obligado de migrantes latinoamericanos, africanos y asiáticos, los transeúntes sufren muchos atropellos, principalmente en el cobro ilegal del transporte interurbano, o de agentes policiales, de acuerdo al Comisionado Nacional de Derechos Humanos (Conadeh).
Muchos de los extranjeros que transitan por Honduras lo hacen por “puntos ciegos” a través de traficantes de personas, conocidos como “coyotes”, que no siempre los llevan hasta la frontera con Guatemala, de acuerdo con autoridades y organismos de derechos humanos.
Cientos de extranjeros buscan llegar a Estados Unidos antes de la investidura el 20 de enero del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien prometió desde la campaña una deportación masiva de inmigrantes ilegales.