Nueva York, 30 mar (EFE).- Michael Cohen, exabogado del expresidente Donald Trump, reaccionó este jueves a su imputación por parte de un gran jurado por el pago para silenciar a la actriz porno Stormy Daniels durante su campaña presidencial de 2016 reclamando la presunción de inocencia pero recordando el imperio de la ley.
En un breve comunicado de tono muy comedido, Cohen, un testigo destacado en el caso investigado por la Fiscalía de Manhattan y sometido a decisión del gran jurado, reconoció lo histórico de la imputación de un expresidente -o presidente- estadounidense y aseguró no sentir “orgullo” por el momento vivido, mientras que reivindicó el “debido proceso” para esclarecer los hechos.
El gran jurado votó la imputación en la tarde del jueves, tomando por sorpresa a muchos después de un gran escrutinio mediático y recientes especulaciones de que su decisión se podría posponer hasta abril.
“Me consuela validar el dicho de que nadie está por encima de la ley, ni siquiera un antiguo presidente”, agregó el que fuera mano derecha de Trump, ya libre tras ser condenado a prisión en 2018 tras declararse culpable de fraude en la financiación de la campaña electoral y de mentir al Congreso.
“La imputación de hoy no es el final del capítulo, sino más bien el principio. Ahora que los cargos han sido interpuestos, es mejor que (se) deje a la imputación hablar por sí misma”, sostuvo Cohen, aunque de momento no se conocen los delitos atribuidos a Trump.
Cohen, que pasó de ser mano derecha y protector del magnate durante años a uno de sus principales oponentes, terminó la misiva expresando que “la rendición de cuentas importa” y defendiendo el “testimonio y las pruebas” que ha aportado a la Fiscalía en la investigación.