Washington, 28 ago (EFE).- La vicepresidenta estadounidense y candidata demócrata, Kamala Harris, y su número dos, Tim Walz, iniciaron este miércoles una gira en autobús por Georgia, mientras que el candidato a vicepresidente de Donald Trump, JD Vance, hizo campaña en Pensilvania y en Wisconsin con enfoque en el votante de “cuello azul”.
Harris y Walz comenzaron una gira de dos días por varias zonas rurales del estado de Georgia, que será clave para llegar a la Casa Blanca tras las elecciones del 5 de noviembre. Ambos recalarán en localidades rurales y del sur del estado como Savannah, Macon o Columbus, que suelen ser bastiones republicanos.
La media de encuestas en Georgia da una estrecha ventaja a Trump y la ofensiva demócrata busca ampliar la movilización de votantes más allá del caladero tradicional de Atlanta en un estado donde los márgenes que decidirán el estado podrían contarse por unas pocas decenas de miles.
“Hacer campaña en el sureste de Georgia es crítico, ya que representa a una coalición de votantes rurales, suburbanos y urbanos, con una alta proporción de votantes negros y de familias trabajadoras”, informó este miércoles la campaña de Harris.
Los republicanos confiaron en que los votantes de Georgia rechazarán las políticas de la “agenda peligrosamente liberal de Harris”, que se centra en los problemas de inseguridad que en su opinión ha creado la inmigración indocumentada en los suburbios y en los campus universitarios del estado.
Por su parte, el candidato a vicepresidente republicano, el senador JD Vance, hizo campaña en el corazón del “Cinturón del Óxido”, en Erie (Pensilvania). En unas instalaciones de una empresa de camiones, habló de la importancia de invertir en gasolina e hidrocarburos más baratos, en lugar de electrificar flotas.
A su juicio, Harris obligará a los transportistas a comprar camiones eléctricos y eso se traducirá en mayores costes y mayor aumento de la inflación.
Vance también se refirió al incidente el martes en el cementerio militar de Arlington en que un funcionario fue violentado por un miembro del equipo de Trump que quería sacar fotos y vídeo de una ofrenda florar en memoria de 13 soldados muertos hace tres años en la retirada de Afganistán-
Las personas de la campaña que tomaban imágenes frente al monumento al soldado desconocido habían recibido autorización para hacerlo, dijo destacando que Harris “se puede ir al infierno” y que todo es un “complot” de los medios para criticarlos.
Antes de viajar a Georgia, Walz intervino en Boston ante un sindicato de bomberos y aseguró que los republicanos “lanzan una guerra contra los trabajadores cada vez que tienen ocasión”.