Washington, 14 jul (EFE).- Las autoridades en el condado Buchanan (Virginia) informaron este jueves que localizaron sanas y salvas a 44 personas de las cuales no se tenía noticia después que una tormenta causó inundaciones en la región, unos 640 kilómetros al suroeste de Washington.
Durante una conferencia de prensa para actualizar la información sobre las operaciones de socorro, las autoridades policiales y de socorro en emergencias indicaron que la única persona herida en la inundación fue una que sufrió una mordedura de serpiente.
Los equipos de socorro trabajaron durante toda la noche del miércoles al jueves en los sectores de Dismal River y Whitewood donde, según el Departamento de Gestión de Emergencias de Virginia, más de 100 casas fueron destruidas o registraron daños.
“La mayoría de los residentes en las áreas afectadas no tiene servicios de electricidad, teléfono, agua corriente o cloacas”, dijo el senador Travis Hackworth, quien añadió que había estado en contacto con el gobernador Glenn Youngkin.
La tormenta y los torrentes que inundaron esa área rural derribaron viviendas y puentes, y la caída de las líneas telefónicas dificultó el contacto con los residentes, dijo Corinne Geller, portavoz de la Policía Estatal.
Los meteorólogos informaron que desde la noche del martes hasta la mañana del miércoles las precipitaciones pluviales alcanzaron 115 milímetros, incluidos más de 25 milímetros en unos 14 minutos en Pilgrims Knob.
Las fuertes lluvias causaron inundaciones en las áreas de Dismal River, Patterson, Hale Creek, Pilgrims Know, Whitewood y Jewell Valley afectando las carreteras y los bosques, y arrastraron edificios y vehículos.
Las inundaciones ocasionaron daños en una franja de unos 48 kilómetros entre Whitewood y la Ruta Interestatal 460, y hubo informes de interrupciones del suministro de energía y bloqueo de rutas en varias áreas.
La estación WCBY de televisión local indicó que en algunas partes del condado la tormenta causó daños en los puentes y se registraron avalanchas de fango.
“Nos juntamos todos en mi casa y dijimos que si la creciente seguía subiendo tendríamos que correr a la montaña”, dijo la residente Deana Kimbrough a WCYB-TV. “Pero por suerte y gracias a Dios, no tuvimos que hacerlo”, agregó.