Nueva York, 5 mar (EFE).- La ciudad de Granada y la memoria de su poeta Federico García Lorca inauguraron este miércoles la 24 edición del Flamenco Festival de Nueva York, una edición que este año protagonizan casi exclusivamente cantaores y bailaores granadinos.
“Tiene Granada una diversidad de estilos y tendencias dentro del flamenco que es difícil encontrar en otra parte -dijo a EFE el fundador y director del festival, Miguel Marín-, y creo que se debe a la enorme huella que dejó Enrique Morente (1942-2010), que abrió tantos caminos y trajo una libertad desconocida al flamenco”.
Si Enrique Morente con Tomatito pusieron una pica en Manhattan hace veinte años, ni más ni menos que en el Carnegie Hall, hoy fue su hijo Kiki Morente el que cantó en el auditorio de una universidad el concierto con el que se inauguró el festival, acompañado en la guitarra por Carlos de Jacoba y a la percusión (cajón y timbal) por Juan Carmona, retoño de otra ilustre saga granadina, la de los Habichuela.
Morente, Jacoba y Carmona ofrecieron al público neoyorquino un sobrio concierto titulado “Lorquianas”, basado precisamente en los poemas de Lorca (y alguno de Rafael Alberti) que Enrique Morente musicó en su disco 'Lorca' de 1998 y en el mítico 'Omega' de 1996.
Los tres músicos alternaron bulerías, tientos y tangos, pero con el espíritu libre que caracterizaba a Enrique Morente, los palos 'volaban' libremente mientras que los músicos cambiaban de instrumento mientras entraban y salían del escenario.
El público parecía un tanto perplejo: primero, porque no hubo un minuto de baile -y varios de los presentes estaban esperando su ración de 'taconeo'-, y segundo, porque Kiki Morente y sus amigos no se molestaron en pronunciar una sola palabra en inglés y se dirigieron al público únicamente en español.
Aun así, cosecharon numerosos aplausos y se mostraron agradecidos a “la ciudad sin sueño”, tal como Lorca calificó a la Gran Manzana en su obra 'Poeta en Nueva York'.
Granada y Harlem hermanados por Lorca

Como cada año, el festival es algo más que conciertos, e incluye este año cine ('Tangos del Sacromonte, los sabios de la tribu' de Chus Gutiérrez se proyectará en el Instituto Cervantes), teatro ('La casa de Bernarda Alba en Repertorio Español), una 'cajoneada' en el Bronx y un espectáculo de flamenco para niños neoyorquinos.
Para realzar la presencia de Granada, también se desplazó a Nueva York la alcaldesa de la ciudad, Marifran Carazo, así como el presidente de la Diputación provincial, Francisco Pedro Rodríguez, que aprovecharon para presentar la candidatura de la ciudad como 'capital europea de la cultura' para 2031.
Carazo y Rodríguez, acompañados de otro ilustre granadino como es el director del Instituto Cervantes Luis García Montero, asistieron además hoy a un panel de discusión titulado “Lorca, el flamenco y el Harlem Rennaissance”, en referencia al movimiento surgido en Harlem en los años veinte del siglo pasado para reivindicar los valores y la vitalidad de la cultura negra.
La idea subyacente en el debate entre cuatro profesores era que Lorca, durante su estancia en Nueva York, quedó profundamente impactado por los artistas negros que le tocó conocer en aquella 'ciudad sin sueño' que le dejó profundamente perturbado.
“Yo bajaba muchas mañanas –dejó escrito Lorca- desde la universidad donde vivía y donde era no el terrible mister Lorca de mis profesores sino el insólito sleepy boy de las camareras, para verlos bailar y saber qué pensaban, porque es la danza la única forma de su dolor y la expresión aguda de su sentimiento.
