Washington, 11 nov (EFE).- El candidato brasileño a presidir el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn, asegura en una entrevista con EFE que cuenta con el apoyo de “todos” en su país, incluido el partido de Luis Inácio Lula da Silva, presidente electo, y cree que es “la hora” de que Brasil dirija la institución.
Considera además que el BID “tiene que volver a ser la institución más importante de América Latina de lejos” y servir para una mayor “integración” que promueva proyectos regionales y nacionales y que atienda los problemas más urgentes. El de ahora, dijo a EFE, es la inseguridad alimentaria.
Goldfajn, que fue presidente del Banco Central de Brasil y que hasta ahora era director del FMI para el Hemisferio Occidental, se considera un “candidato fuerte” dada su trayectoria profesional y considera que el BID necesita que lo presida un “técnico” como él, que no represente ninguna ideología o partido.
EL APOYO DE “TODOS” EN SU PAÍS
Aunque su nominación vino del Gobierno de Jair Bolsonaro, se siente arropado por todos en su país y asegura contar con el apoyo del futuro Ejecutivo presidido por Lula.
“He estado en Brasil, con todos los que hablé, hablé con mucha gente de todos los partidos, también del partido que fue elegido (el Partido de los Trabajadores) y todos me han dicho que tengo su apoyo, todos piensan que es el momento de un candidato brasileño porque nunca hubo”, dice Goldfajn.
Además recalca que su nominación “no fue partidaria ni ideológica” porque él no tiene ninguna afiliación.
“Se entiende que mi nominación es técnica y yo puedo ser un candidato de Brasil, del Estado brasileño”, añade el entrevistado, quien justifica el silencio de Lula y su equipo explicando que éste es un “momento de transición” y el nuevo gobierno no se conforma hasta enero, cuando su elección, de conseguirse, se produce este mes.
La responsabilidad del voto de Brasil la tiene el Gobierno saliente, por eso, entiende, no hay una declaración pública del futuro Ejecutivo a su favor. Pero insiste en que “todos” están “felices” de que Brasil pueda presidir por primera vez esta institución.
EL BID DEBE VOLVER A SER LA INSTITUCIÓN MÁS IMPORTANTE
El BID vive este proceso de elección tras la destitución del ya extitular del organismo, el estadounidense Mauricio Claver-Carone, por mantener relaciones íntimas con una subordinada.
“Los últimos años no han sido favorables al BID”, dice Goldfajn, para quien las “peleas” y cuestiones “ideológicas” además de las investigaciones internas han hecho que muchos hayan “perdido el ánimo” en un momento en el que se necesita un organismo “con fuerza” y “motivado”.
LOS RETOS MÁS URGENTES
Si resulta elegido, promete empezar “poniendo el foco en las prioridades” y trabajar de forma “transparente” y con una continua rendición de cuentas.
En su opinión, “el BID tiene que volver a ser la institución más importante de América Latina de lejos”, no sólo por la cantidad de recursos sino también por su “liderazgo”.
Hay que decidir “a dónde vamos, qué hace la región, dónde nos ponemos en la economía global, hay que tener una visión y una institución que lo lleve”, apunta.
Todo en un contexto en el que la situación global, primero la pandemia y después la invasión rusa de Ucrania, han afectado a América Latina, una región en la que ha vuelto a aumentar la pobreza y donde el cambio climático sigue azotando a los más pobres.
Y por eso, dice, hay que atender los problemas más urgentes, entre los que destacó como prioridad la inseguridad alimentaria. “Hay que concentrarse” en este problema como “el primer paso” a dar.
Además, en su análisis de la región, considera que uno de los problemas más graves es su economía sumergida. “Hay una informalidad muy grande” que ha llevado a que muchos, con esta crisis, se quedaran “al margen”, incluso de las ayudas. “Cómo vas a mandar comida o dinero a quien lo necesita si no están integrados” en el sistema, dice.
UNIR FUERZAS EN LA REGIÓN
Y de integración habla también cuando apuesta por sumar fuerzas en toda la región y canalizar proyectos.
“Hay que pensar más en la integración de la región. Muchos proyectos son nacionales pero cuando miras deberían ser entre varios países”, apunta Goldfajn, para quien la forma de que estos proyectos salgan adelante es “una institución que los junte”, como el BID.
Entre las acciones a llevar a cabo entre todos, de nuevo, insiste en la seguridad alimentaria y en aplacar la pobreza.
“Tiene que ser una región que produzca energía limpia para sí y para el mundo, que produzca más comida para sí y para el mundo y eso lo tenemos que hacer con una visión regional, y el BID tiene que ser quien lo maneje”, señala.
Además recuerda el fuerte impacto que tiene el cambio climático en los países pequeños y medios del Caribe y América central, donde sufren desastres naturales con mucha más frecuencia y “el BID tiene que ayudar a resolver esta vulnerabilidad”.
Y recalca que también es necesaria más financiación de infraestructuras, tanto básicas como digitales y sostenibles. “Con dinero público, pero también privado”, subraya.
Ilan Goldfajn ve bien que haya competencia en el proceso de elección del líder del BID -las otras grandes economías de la región también presentan candidatos- pero espera que a medida que vaya avanzando se alcance un consenso.
Y aunque no da por hecho el apoyo a su candidatura de Estados Unidos -cuyo voto pesa el 30%- destaca su experiencia en este país.
Insiste, en cualquier caso, en que el BID “necesita un presidente técnico, que no sea ideológico” y ese, asegura, es su caso.