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Washington, 11 oct /EFE).- El Fondo Monetario Internacional considera que las subidas de tipos de interés que están llevando a cabo los bancos centrales para contener la inflación pueden provocar que el precio de la vivienda caiga en los próximos tres años hasta un 10 % en las economías avanzadas y un 25 % en los mercados emergentes.
El organismo publicó este martes el informe “Estabilidad Financiera Global” en el que alerta que “en un escenario muy adverso” y “a medida que los bancos centrales de todo el mundo ajustan agresivamente sus políticas para hacer frente a las presiones de los precios”, podrían producirse notables subidas en el precio de la vivienda.
“Muchas economías avanzadas y mercados emergentes pueden enfrentar riesgos relacionados con el mercado de la vivienda a medida que aumentan las tasas hipotecarias y se endurecen los estándares crediticios, lo que expulsa a posibles prestatarios del mercado”, apunta en el informe el consejero financiero del FMI, Tobias Adrian.
Con la subida de las tasas hipotecarias, aumentan también los costes de endeudamiento y los estándares crediticios se vuelven más estrictos, algo que podría conducir a “una fuerte caída en los precios de la vivienda”, especialmente en países con una mayor proporción de deuda hipotecaria de tasa variable, que depende directamente de las decisiones de los bancos centrales.
Desde el inicio de la pandemia, recuerda el FMI, los precios de la vivienda han aumentado más del 20 % en algunas economías por varios motivos, entre ellos los bajos tipos de interés existentes durante los últimos años, así como la reducción del inventario, fruto de los cortes en la cadena de suministro global, entre otros motivos.
“La gravedad y las implicaciones macroeconómicas de un shock que se origine en el mercado de la vivienda dependerá de manera crucial del grado de corrección del precio de la vivienda y de la distribución de la deuda de los hogares”, apuntó el FMI.
En China, por ejemplo, la desaceleración del sector inmobiliario se ha profundizado debido a que una fuerte caída en las ventas de viviendas durante el confinamiento exacerbó la falta de liquidez de los promotores inmobiliarios, lo que generó riesgos de solvencia más amplios.
De hecho, alerta el FMI, las quiebras de promotores inmobiliarios del gigante asiático podrían extenderse al sector bancario, afectando tanto a bancos pequeños como a bancos nacionales.
EL SECTOR BANCARIO RESISTE
Los altos niveles de capital y las amplias reservas de liquidez han reforzado la resiliencia del sector bancario mundial. De hecho, según el último Global Bank Stress Test del FMI, en un escenario de endurecimiento abrupto y agudo de las condiciones financieras que llevaría a la economía mundial a una recesión en 2023, la mayoría de los bancos de las economías avanzadas seguirían siendo resistentes.
Sin embargo, alerta el FMI, hasta el 29 % de los bancos de mercados emergentes incumplirían los requisitos de capital.
Uno de los asuntos pendientes de las economías de mercados emergentes, señala el informe, es llevar a cabo fuertes inversiones verdes para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a los efectos físicos del cambio climático.
“Las finanzas sostenibles han crecido rápidamente, pero las economías de mercados emergentes y en desarrollo continúan estando en desventaja”, señala el FMI.
Por ello, añade el Fondo, es importante que por parte de los gobiernos se fomente la financiación climática privada, particularmente en las mencionadas economías.
RECETAS A FORMULADORES DE POLÍTICAS
El organismo dirigido por Kristalina Georgieva, que esta semana celebra sus reuniones anuales en la capital estadounidense, realiza en su informe una serie de recomendaciones para responsables políticos, bancos e instituciones económicas.
A los bancos centrales el FMI les pide que continúen actuando “con determinación” para bajar la inflación y que pongan en práctica “una comunicación clara” sobre sus decisiones que será “crucial” para “preservar la credibilidad y evitar la volatilidad del mercado”.
A responsables políticos e instituciones financieras receta “una combinación cuidadosamente calibrada” de herramientas que incluyan medidas macroprudenciales, intervención cambiaria y medidas de flujo de capital.
“El endurecimiento de las condiciones financieras debe calibrarse con cuidado, con el fin de evitar condiciones de mercado desordenadas que podrían poner en riesgo indebido la estabilidad financiera”, señala.
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