Miami, 20 jul (EFE).- Florida dispone de 25.000 dosis de vacunas para combatir la expansión de la viruela del mono, que en este estado registra hasta la fecha 208 casos, uno de los más afectados de Estados Unidos y solamente por detrás de los de Nueva York y California.
El director médico Departamento de Salud del Condado de Pinellas en Florida, Ulyee Choe, informó este miércoles en una teleconferencia de que las autoridades sanitarias federales han enviado ese número de dosis con el objetivo de hacer frente a la viruela del mono, que sigue avanzando en este estado.
“La viruela del mono es una amenaza seria para la salud”, resaltó Choe, para añadir que el envío recibido hará posible hacer frente a los problemas de salud pública que pudieran registrarse en Florida.
“Hay vacunas disponibles” en Florida, insistió el médico, además de indicar que hay grupos humanos, como el de hombres homosexuales, entre los que es más fácil que se propague la enfermedad.
En cualquier caso, dijo, “es necesario un contacto directo y con secreciones, como la saliva”, sostuvo el funcionario sobre la forma de contagio.
Hizo el experto hincapié en que, a pesar de la amenaza para la salud que entraña esta enfermedad, las autoridades de Florida disponen de medios para combatirla.
Precisó que se da prioridad en la vacunación a las personas que han tenido contacto cercano con alguien infectado con la enfermedad y a los considerados de alto riesgo.
Los grupos más amenazados lo forman enfermos por VIH positivo y los trabajadores de la salud que tratan a pacientes con viruela del mono sin contar con los equipos de protección personal adecuados.
El especialista indicó que la expansión de la viruela del mono por Florida es muy desigual, ya que hay condados con cero casos y otros donde la incidencia se deja sentir más.
“La llegada de las vacunas ayudará a enfrentar la situación en Florida”, subrayó el jefe médico.
El síntoma principal es una erupción dolorosa que puede convertirse en ampollas, dura varias semanas y suele aparecer en la cara, dentro de la boca o en otras partes del cuerpo, según los Centros para el Control de Enfermedades (CDC, en inglés) de Estados Unidos.
Una persona infectada también puede sentir síntomas similares a los de un resfriado o gripe.
Las infecciones rara vez son fatales y es probable que más del 99 % de las personas que se infectan sobrevivan, según la agencia sanitaria estadounidense.