Nueva York, 16 mar (EFE).- Más de 6.000 personas verán la Gala Flamenca que ha programado este sábado en el New York City Center el Flamenco Festival de la Gran Manzana, una cita con tres pases y casi todo vendido, por, entre otras cosas, permitir ver en el mismo escenario a Manuel Liñán, Alfonso Losa, El Yiyo, Paula Comitre y Sandra Carrasco.
Son más de 6.000 almas porque es tres veces el aforo del impresionante teatro abierto en 1943 entre las avenidas Sexta y Séptima, donde esta noche se ha presentado esta cita concebida como un homenaje al flamenco en todos los sentidos, al clásico, al de guitarra, percusión, bailaores y cantaores, presentado por el festival como “una gala intergeneracional”.
De entrada, se puso sobre el escenario el cuarteto formado por algunos de los mejores bailaores de España: Liñán, Losa, El Yiyo y Comitre. Cada uno con su estilo llenan el escenario ya sea en los números coreografiados con compañeros como en solitario, mientras las voces flamencas acompañan sus movimientos por las tablas.
Los flamencos logran enmudecer el triple patio de butacas del teatro neoyorquino, donde incluso los acomodadores asistían desde los monitores exteriores al tránsito de los artistas en el escenario, sin querer perderse un detalle de un espectáculo que arranca con Sandra Carrasco bajo un foco, derrochando garganta, para iniciarse una juerga flamenca de las de toda la vida, con los instrumentos justos para no perderse en detalles.
El Yiyo, punto y aparte
Suenan unas alegrías, los cantaores derrochan voz y el clímax del espectáculo va en aumento. El protagonismo pasa al Yiyo -Miguel Fernández Ribas-, que, con su chaqueta roja, agota los aplausos del público igual que, a sus 27 años, está agotando los calificativos de quienes ven en él a uno de los talentos más célebres del mundo del flamenco contemporáneo, uno de esos flamencos nacidos en Cataluña que derrocha Andalucía por todos los poros de su piel.
Cómo se mueve este bailaor es digno de estudio, y cómo empatiza con lo que quiere el público, también. Que es presente y futuro del flamenco en España parece que es algo de lo que no merece la pena perder tiempo discutiendo. Ha sido cabeza de cartel en más de una veintena de montajes y con apenas 11 años ya hizo su primera gira internacional, y aguanta como puede la compostura cuando le gritan “guapo” desde las butacas.
Sandra Carrasco, voz de su tierra
Los distintos palos del flamenco van pasando por el escenario, los cantaores van ejerciendo de tales, y a Sandra Carrasco se le ven las raíces cuando los fandangos surgen a través de su sangre onubense, y pone al público en pie con una buena ronda, y el espectáculo sigue, con mucha gente que, posiblemente, nunca ha visto un evento similar en un teatro de Nueva York, pero suelta “olés” por intuición cada vez que algo le emociona y llega así hasta su butaca.
Una gala flamenca como esta da para mucho, y en la lista está ver al Liñán más directo, al ganador del Premio Nacional de Danza 2017 dejándolo todo en el escenario se vista como se vista, firmando duelos de nivel con José Losada, que, y no es capricho, es conocido por el sobrenombre del Fred Astaire gitano por su peculiar forma de taconear.
Para los rezagados, en una decisión que no es habitual en los festivales, este domingo se podrá ver la gala en el mismo teatro en dos nuevos pases, en la que será la jornada de cierre del Flamenco Festival Nueva York, que echará la persiana tras casi dos semanas mostrando al público neoyorquino espectáculos de distinto nivel, repertorios o estilos, pero siempre flamencos, muy flamencos.
Fermín Cabanillas