Los Ángeles, 14 mar (EFE).- Una de cada cinco familias con ingresos medios en EE.UU. ha tenido que saltarse una comida en el último año debido al aumento de los precios de los alimentos, según un sondeo revelado este martes por la campaña para acabar con el hambre infantil No Kid Hungry.
El estudio, realizado entre 3.000 padres de niños de escuelas públicas, encontró que un “abrumador número de padres enfrentan desafíos para proporcionar comidas a sus hijos”.
El 58% de los padres con ingresos medios subrayó que se ha vuelto más difícil pagar por los alimentos para sus hijos. De estos, el 95% reportó que, al menos una vez al mes, lucha para pagar por suficiente comida para sus hijos.
La situación empeora en las familias de ingresos bajos, el 68% reportaron que se había vuelto más difícil pagar por suficientes alimentos para sus hijos durante el último año.
Esta situación está afectando a los más pequeños de la familia, el 41% de los padres con ingresos bajos y el 45% con ingresos medios notaron un cambio negativo en la salud mental de sus hijos como resultado de no tener suficiente para comer.
La salud física también se ha visto afectada, el 41% los padres de ingresos medios informaron haber notado cambios negativos en la salud física de sus hijos, al igual que el 35% de los padres con ingresos bajos.
La razón principal que estos padres mencionaron en su lucha para alimentar a sus familias es el aumento de los precios de alimentos, según reportó el 93% de los padres con ingresos medios y el 87% de los padres con ingresos bajos.
Además del costo de los alimentos, el 74% de las familias de ingresos bajos reportó que el aumento de los costos de otras necesidades, como los servicios públicos, la gasolina, el alquiler y la ropa, contribuyó a la dificultad para comprar suficientes alimentos.
Dos de cada cinco familias con ingresos bajos dijeron que una reparación inesperada del automóvil o una factura médica imprevista hizo que les resultara más difícil pagar por suficientes alimentos para sus hijos. Entre las familias con ingresos medios, el 50% informó lo mismo.
Diana Hovey, vicepresidenta de Share Our Strength, responsable de la campaña No Kid Hungry, dijo en un comunicado que “las familias en los Estados Unidos están sufriendo, todos tenemos un vecino, un familiar o un amigo viviendo bajo el estrés constante de poder alimentar a sus hijos”.