Denver (CO), 15 nov (EFE).- La familia del nicaragüense Melvin Ariel Calero Mendoza, fallecido hace un mes en un centro de detención para solicitantes de asilo, viajará a Colorado para pedir el cuerpo del migrante, confirmó este martes el Comité de Servicios de Amigos Americanos (AFSC), que realiza gestiones para aclarar las razones del deceso.
El anuncio se sumó a una campaña para recaudar fondos tanto para el retorno del cuerpo a Nicaragua como para beneficio de la madre e hijos de Calero, dijo Jennifer Piper, de AFSC. La campaña hasta ahora colectó unos 3.000 de los 10.000 dólares solicitados.
“Como muchos otros que buscan asilo, Melvin fue innecesariamente detenido durante cinco meses y medio en vez de dejarlo en libertad para estar con sus seres queridos en Estados Unidos (sus hermanos) y para presentarse en corte y buscar representación legal”, expresó la dirigente.
Calero, de 39 años, falleció el 13 de octubre pasado en un hospital en Aurora (suburbio al este de Denver) al que fue trasladado luego de determinarse que padecía de una “emergencia médica” en su celda dentro del centro de detención operado por la firma GEO Group y supervisado por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) de Estados Unidos.
Según el reporte publicado por ICE el 18 de octubre, el problema de salud de Calero fue detectado a las 10.49 am del 13 de octubre y los guardias ofrecieron asistencia inmediatamente. Tres minutos después, el personal de GEO llamó al número de emergencia 911, y los paramédicos llegaron a las 11.13 am.
Dos minutos después, el migrante fue trasladado al Hospital de la Universidad de Colorado, donde falleció poco después de las 12.30 pm.
La familia de Calero sostiene que el hombre gozaba de buena salud y “se mantenía activo y sin condiciones negativas de salud preexistentes”.
El reporte de ICE confirma que cuando Calero pasó por siete exámenes médicos y psicológicos al ingresar al centro de detención (entre el 16 de abril y el 5 de mayo de 2022), ninguno de esos exámenes detectó problemas de salud.
Sin embargo, el 21 de mayo Calero se quejó de problemas de visión. El 1 de septiembre fue atendido por dolor en el pie derecho y presión alta.
Lo mismo sucedió el 12 y el 29 de septiembre, cuando se detectó “disminución de la capacidad de movimiento de la pierna derecha” del nicaragüense, quien sólo recibió calmantes y una bolsa de hielo para calmar su “dolor muscular y óseo”.
El informe oficial no detalla cuándo o cómo Calero ingresó a Estados Unidos o si formalmente se completó su pedido de asilo. Tampoco incluye detalles sobre cuál fue la “emergencia médica” que lo llevó a la muerte.
A la vez, un estudio realizado en febrero pasado por la Red de Abogados de Inmigración de las Montañas Rocosas (RMIAN) sobre tratamientos médicos en el centro de detención de GEO Group detectó, con base en entrevistas con exreclusos, que el personal carcelario frecuentemente niega tratamiento a los detenidos.
Según RMIAN, es muy posible que algo similar haya sucedido con Calero.
A finales de octubre, los dos senadores federales de Colorado, Michael Bennet y John Hickenlooper (ambos demócratas), formalmente pidieron que la Oficina del Inspector de Estados Unidos investigue el caso. Se desconoce el estado de esas investigaciones.
En ese contexto, el pasado 19 de octubre la Corte del Décimo Distrito Federal (con sede en Denver) determinó que las leyes federales no protegen a los contratistas privados (como GEO) de demandas judicial en su contra. Ese fallo permite que procedan varias demandas, incluyendo una que representa a unos 40.000 inmigrantes.