Ciudad de México, 19 mar (EFE).- Manuel Guerrero, mexicano detenido el 4 de febrero en Catar por su homosexualidad, continúa su proceso en libertad, pero sin poder salir del país y la investigación en su contra continúa, por lo que su hermano, Enrique Guerrero, pidió en una entrevista con EFE “no cantar victoria”.
“Su liberación provisional, gracias a toda la presión, nos debe llenar de fuerza y de ánimo, pero no cantemos victoria hasta que esté aquí repatriado”, relató el hombre, quien acudió a la salida del centro penitenciario donde Manuel llevaba más de un mes encerrado.
Manuel Guerrero fue detenido en febrero en Doha, la capital de Catar, tras acudir a una cita acordada a través de una aplicación y que allí lo recibiese la policía catarí.
Las propias autoridades cataríes crearon un perfil falso y lo detuvieron al momento del encuentro. Además, le colocaron metanfetamina para inculparlo, aseguran la familia y los activistas que están dando seguimiento al caso.
Durante estas semanas en la cárcel, Manuel tuvo que firmar papeles cuyo contenido desconocía, le han hecho estar más de un día sin consumir agua y ha carecido la mayor parte del tiempo de acceso a su tratamiento por ser una persona que vive con VIH.
Desde que la familia difundió el caso ante la inacción de la Embajada de México en Catar, contaron con apoyo por parte de activistas y eso, junto con la difusión en los medios de comunicación, presionó para que esta entidad y también la Embajada de Reino Unido en el país árabe (el hombre tiene ambas nacionalidades) actuasen.
“La solidaridad derivó en una presión importante para la diplomacia. Fue importante también para que tenga abogada, en el curso normal de las cosas, como están la mayoría de las personas en Catar, Manuel no tendría representación legal y, por ende, pues nadie hubiera peleado a que él saliera libre”, expuso Enrique.
Ahora Manuel está libre, pero hay un periodo de investigación del que pueden llegar tres decisiones: que sea deportado a México, que no se presenten cargos o que tenga que continuar en prisión.
Su familia considera que la única opción que garantizaría el bienestar de Guerrero es que sea repatriado a México.
Por el momento Manuel se encuentra todavía en estado de ‘shock’ por lo vivido dentro del centro de reclusión en Catar, pero Enrique aseguró que toda la solidaridad mostrada desde México le está llenando “de ánimos y de vida” a pesar de que la preocupación continúa hasta que esté de regreso en su país.