Miami, 24 jul (EFE).- “El hip hop no es intrínsecamente diabólico”, dice a EFE el cantante estadounidense Shevin McCullough, quien interpretará en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Lisboa una canción a ritmo de hip hop junto al sacerdote maltés Rob Galea para proclamar que “Jesucristo está siempre disponible”.
McCollough y Galea fueron capaces de crear “Emmanuel Forever” cada uno desde su lugar de residencia, Florida (EE.UU.) y Australia, respectivamente, y se conocerán personalmente en Lisboa, donde se celebrará la JMJ el 4 de agosto con el papa Francisco presente.
El dúo interpretará la canción en vivo por primera vez en el escenario central de la JMJ y justo después “Emmanuel Forever” se lanzará en Spotify, YouTube y Apple Music.
Según cuenta en una entrevista con EFE el estadounidense, a través de un amigo común contactó con el padre Rob Galea, quien es maltés pero ejerce su ministerio en Australia y al igual que él “usa la música para evangelizar”, con el fin de armar un dúo para la JMJ.
El “Espíritu santo” los ayudó en la tarea, según el cantante de 42 años, que está casado con una colombiana de Cartagena con la que tiene un hijo de tres años.
“Hubo desafíos pero es una suerte de maravilla cuando te enfrentas a un obstáculo y cómo el espíritu santo te muestra como resolverlo”, dice al explicar cómo trabajaron juntos y lograron el objetivo sin siquiera tener “una sesión de estudio” conjunta.
UNA CANCIÓN CON AYUDA DEL ESPÍRITU SANTO
“El padre Galea hizo una grabación, me la envió por email, le hice ajustes, se la mandé de vuelta, él también la ajustó y me la reenvió, así que fue un desafío creativo, pero funcionó”, señala.
El próximo fin de semana viajará a Lisboa y confiesa que es “emocionante” pero, a la vez, le impone la idea de actuar ante una audiencia del tamaño de la JMJ ( más de 600.000 personas), una oportunidad que recibe con “gratitud y humildad”.
McCollough es cofundador con Rob Reynolds de Studios 3:16, una empresa de Tampa (oeste de Florida) donde se producen contenidos para las clases de religión de las escuelas primarias y secundarias católicas en los que la música tiene un papel principal.
No siempre tuvo fe. Se convirtió a los 29 años, dice a EFE con un entusiasmo contagioso que espera transmitir en la JMJ con su actuación junto a Rob Galea.
“Durante gran parte de mi vida he sido alegre o al menos he tratado de serlo, porque creo que es importante ser alegre, considerando el mundo en el que vivimos, que puede ser muy desalentador, pero experimentar el gozo que Jesús brinda es el siguiente nivel”, dice.
“Es la alegría, es la paz, es la dirección, es la guía, es el consuelo. He sido un tipo alegre, pero no siempre he sido alegre por Cristo como ahora”, apunta.
El cambio también se ha notado en su música, que antes de su conversión era “muy mundana”, según sus propias palabras.
“Simplemente pensé que eso era lo que se suponía que debía ser. Eran los noventa cuando comencé a involucrarme en la producción de hip hop, es un ritmo que se volvió muy popular y yo creía que para que mi música fuera real, tenía que vivir las cosas de las que hablaba”, subraya.
Grabó “unos cuatro o cinco álbumes” y luego lo dejó, pensando que era para siempre, y se dedicó “al mundo corporativo”.
Su conversión le hizo cambiar de opinión y decidió volver a ser artista por una causa: “me di cuenta de que era un artista por la razón equivocada, no lo estaba haciendo por la mayor gloria de Jesús”.
A los católicos que puedan no estar de acuerdo con que se usen ritmos como el de “Emmanuel Forever” en canciones religiosas les dice: “el hip hop no es intrínsecamente malo. Es el mensaje lo que puede convertirlo en malvado”.
El mensaje de “Emmanuel Forever” es: “Jesús está 100 % disponible. Depende de nosotros dejarlo entrar. Todo lo que tenemos que hacer es invitarlo a entrar”.
“Las oraciones simples y genuinas funcionan tremendamente”, agrega McCollough, quien espera poder conocer al papa Francisco en Lisboa y destaca del pontífice su mensaje sobre la esperanza.