Miami, 13 jul (EFE).- Políticos, empresarios y académicos participantes en la Cumbre Concordia de las Américas inaugurada hoy en Miami destacaron la complejidad e incertidumbre del panorama mundial y coincidieron en la necesidad de reforzar el diálogo, la cooperación y los valores democráticos para que la región no pierda impulso.
La sexta Cumbre regional de la entidad no gubernamental con sede en Nueva York abordó en su primera jornada una amplia gama de temas, desde la seguridad hasta el crimen organizado, pasando por los peligros que acechan a la democracia, el cambio climático, la equidad de género y la influencia de China.
“La democracia es el mejor antídoto para los problemas de este continente”, señaló Luis Almagro, secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), en uno de los paneles.
DEMOCRACIA, ANTÍDOTO A LOS PROBLEMAS DE AMÉRICA LATINA El presidente de Colombia, Iván Duque, quien recibió el Premio Concordia al Liderazgo 2022 en la categoría de servicio público por, entre otros motivos, acoger a más de un millón de refugiados venezolanos y dar prioridad a la sostenibilidad ambiental, también rompió una lanza por la democracia en esta cumbre.
Desde el estrado de este foro que se celebra en el campus de la Universidad de Miami (UM), Duque aceptó el galardón “con humildad y compromiso” y dijo que los principios “sencillos pero profundos” de Concordia son también los suyos.
Los resumió en “respeto a las instituciones independientes, al sector privado, al imperio de la ley y a la prensa libre”.
El presidente colombiano dijo que ningún otro Gobierno de su país ha enfrentado un conjunto de “desafíos” tan grandes como los que él ha tenido, entre los que destacó el tener de vecina una “dictadura aliada a organizaciones terroristas”, en referencia al Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.
Dijo sentirse orgulloso porque, pese a todo, su Gobierno pudo llevar a cabo el 90 % de los puntos de su programa electoral y porque defendió la democracia.
“No vamos a permitir que nos quiten la democracia”, agregó en una referencia a la “encrucijada” en que está Colombia, según indicó en un mensaje escrito por el premio otorgado por Concordia.
Duque entregará el poder el 7 de agosto al izquierdista Gustavo Petro, ganador en segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
DICTADURAS EN EL HEMISFERIO Cuba, Venezuela y Nicaragua salieron a relucir en muchos de los paneles del primer día de la conferencia.
Al hablar de las amenazas a la seguridad en el continente, Carlos Vecchio, representante de Juan Guaidó y reconocido como embajador de Venezuela por el Gobierno de EE.UU., apuntó directamente al Gobierno de Nicolás Maduro, al que acusó “de exportar el caos” y “desestabilizar” a la región.
Una transición democrática en Venezuela mejoraría el panorama de la seguridad en América Latina, que está más propensa ahora a los gobiernos dictatoriales y populistas, según Vecchio.
Tanto él como el embajador de Colombia en Washington, Juan Carlos Pinzón, opinaron que EE.UU. debería liderar los esfuerzos por poner de nuevo en auge los valores democráticos en el Hemisferio Occidental.
En la jornada inaugural participaron también los expresidentes Álvaro Uribe, de Colombia, y Luis Alberto Lacalle, de Uruguay, así como el ministro de Economía de Guatemala, Janio Rosales, y otros altos cargos, empresarios, analistas políticos y académicos de América Latina y Estados Unidos.
Lacalle, padre del actual presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, indicó que la prosperidad es la base de la democracia, mientras que Uribe pidió controlar el envío de remesas a países como Cuba, que, aunque dirigidas a ayudar al pueblo, acaban siendo el sostén de gobiernos que no cumplen con los estándares occidentales.
Almagro opinó que el peor “veneno” para la democracia en América Latina son la pobreza y la inequidad, seguidas del crimen organizado, que interviene en la economía y los procesos electorales.
Además, en un panel sobre igualdad de género, el secretario general de la OEA cargó contra “los patrones culturales machistas y patriarcales” que dañan a las mujeres en la región, y pidió “más acción afirmativa”.
Lamentó, en ese contexto, que sólo dos países de América Latina y el Caribe estén gobernados por mujeres: Xiomara Castro, presidenta de Honduras, y Sandra Mason, primera ministra de Barbados.
La cumbre, la sexta dedicada a las Américas que organiza Concordia, fue inaugurada por el cofundador de esa entidad, Matthew Swift, y por el presidente de la Universidad de Miami, el exministro mexicano de Salud Julio Frenk.
Swift señaló en sus palabras de bienvenida que para Concordia, que desde 2011 organiza una reunión anual en Nueva York en coincidencia con la Asamblea General de la ONU, América Latina sigue siendo una región clave para determinar la seguridad futura del Hemisferio Occidental.
El momento actual, a nivel global y en la región, se caracteriza por un incremento de la incertidumbre, con una guerra en Europa, inflación, escasez de suministros, crisis migratorias y otros motivos de preocupación como el asesinato del ex primer ministro japonés Shinzo Abe, agregó.
“No es momento de retroceder”, subrayó el cofundador de Concordia, quien hizo hincapié en la necesidad de mantener y reforzar las conexiones humanas, entre gobiernos, entre empresas y entre el sector publico y el privado continental.
La agenda de la reunión está estructurada en torno a cuatro grandes áreas: tecnologías innovadoras, democracia, seguridad y riesgo geopolítico, oportunidades y retos de la salud y sostenibilidad ambiental.