Nueva York, 15 feb (EFE).- El sector de las apuestas comerciales en Estados Unidos facturó 60.400 millones de dólares en 2022 y registró un récord por segundo año consecutivo, según informó este miércoles la principal asociación de empresas del país, la American Gaming Association (AGA).
Las cifras abarcan los centros de apuestas “tradicionales” como los casinos, que acaparan la mayor parte de los ingresos, un 80,5 %; y las apuestas “online”, que cada vez crecen más debido a su progresiva legalización y ya suponen un 19,5 %, indica el informe anual de la AGA.
En 2021 la facturación fue de unos 53.000 millones, una cifra histórica que se explica por la reapertura del ocio tras las restricciones de la pandemia, pero en 2022 se ha superado en un 14 % gracias al crecimiento del mercado legal de apuestas, sobre todo las deportivas.
El sector está operativo en 34 estados de EE.UU. y en el Distrito de Columbia, pero no incluye los casinos gestionados por tribus indígenas, que reportarán sus ingresos más adelante y harán subir la cifra total conjunta a unos 100.000 millones, un hito, estima la asociación.
Su presidente, Bill Miller, consideró que esto se debe a que los estadounidenses están eligiendo los casinos como opción de “entretenimiento” y defendió que “beneficia a las comunidades y quita cuota de mercado” a la actividad “ilegal y depredadora”.
El año pasado, 84 millones de adultos -el 34 % de la población de EE.UU.- visitó un casino, un 10 % menos que en 2019, antes de la pandemia, por lo que el hecho de que lo recaudado siga aumentando indica el creciente peso de lo no “tradicional” y el mayor gasto de los jugadores.
“El gasto medio en apuestas por visita al casino, que ya había estado creciendo durante años, tuvo un incremento agudo en 2022 que ha continuado los dos últimos años”, señala la nota, arrojando cifras superiores a 140 dólares en Illinois y en torno a 60 en Misuri.
El grueso de los ingresos del sector procede de dos opciones populares presentes en los casinos: las máquinas tragaperras, que ingresaron un 5,1 % más gracias a que los jugadores perdieron 34.200 millones de dólares, y los juegos de mesa (un 14 % más, 10.000 millones).
Mientras, la legalización de apuestas deportivas por teléfono en Luisiana, Maryland, y Nueva York, entre otras, ha llevado a que este apartado genere un récord de 7.500 millones (un 73 % más), derivado de los más 93.000 millones que han gastado los jugadores en las apuestas deportivas.
Los casinos “online”, conocidos como “iGaming”, presentes en media docena de estados, ingresaron unos 5.000 millones, un 35 % más.
El principal estado por ingresos de las apuestas fue Nevada, donde se ubica Las Vegas (14.842 millones), seguido por Pensilvania (5.343 millones); Nueva Jersey, donde se ubica Atlantic City (5.211 millones) y Nueva York (4.228 millones).