Naciones Unidas, 20 nov (EFE).- El secretario general de la ONU, António Guterres, denunció hoy la “falta de liderazgo” de los países ante la crisis climática, el mismo día en que un nuevo informe de Naciones Unidas muestra lo difícil que será alcanzar los objetivos internacionales de reducción de emisiones sin un impulso radical a la transición energética.
El nuevo informe anual sobre la brecha de emisiones, publicado este lunes por el Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), muestra que, de seguir como hasta ahora, para 2030 el mundo producirá 22 gigatoneladas de gases contaminantes más de lo que permite el objetivo del Acuerdo de París, que consiste en limitar el calentamiento global a 1,5 grados por encima de los niveles preindustriales.
“Las tendencias actuales están llevando a nuestro planeta a un callejón sin salida de 3 grados de aumento”, dijo Guterres en una rueda de prensa para presentar el informe en la sede de la ONU, en Nueva York.
El político portugués recordó que, solo este año, se han registrado los meses de junio, julio, agosto, septiembre y octubre más calurosos desde que se tienen registros. Y eso con el nivel actual de emisiones, que, de acuerdo a las previsiones, todavía aumentará un 1,2 % de aquí a 2030.
“Todo esto es una falta de liderazgo, una traición a los vulnerables y una enorme oportunidad perdida”, lamentó Guterres.
Con todo, el secretario general quiso recordar que todavía es posible alcanzar el objetivo del Acuerdo de París, pero que para hacerlo es indispensable eliminar los combustibles fósiles, “la raíz envenenada de la crisis climática”.
El planeta ya es al menos 1,1 grados centígrados más cálido que hace 150 años, pero a partir del umbral de 1,5 grados, la mayoría de científicos estima que los desastres medioambientales, como las olas de calor extremas o las inundaciones, se volverán mucho más intensos y comunes.
Por eso, Guterres volvió a hacer un llamamiento a los gobiernos, y en particular a los de los países más ricos y que más contaminan, a que se comprometan a dar un impulso decisivo a sus programas de transición energética que incluya la eliminación total de los combustibles fósiles, y a financiar inversiones en adaptación para las comunidades más vulnerables a los efectos del cambio climático.
“De lo contrario, estamos inflando los botes salvavidas mientras rompemos los remos”, aseguró.
El secretario general avanzó también que hoy viajará a Chile, y después a la Antártida, para observar los impactos de la crisis climática, y que llevará esas observaciones a la COP28, que se celebrará en Dubái a partir del 30 de noviembre.