Washington, 5 ago (EFE).- El “racismo estructural” es una causa fundamental de las desigualdades en la salud física y mental, según un estudio presentado en la convención anual de la Asociación Psicológica Estadounidense (APA) en Minneapolis, Minnesota.
“Las desigualdades en la salud no son inevitables; son sistémicas y pueden evitarse”, afirmaron los autores del informe, aprobado con 161 votos en favor, dos abstenciones y cero en contra por el consejo de representantes de la APA.
Esas desigualdades se derivan de “el racismo, el sexismo y otras formas de discriminación; el estrés crónico, los acontecimientos adversos o traumáticos en la infancia temprana y la exposición a la violencia”.
Otros factores son las condiciones de vivienda en hacinamiento, “la mayor exposición a riesgos ambientales, la falta de seguro de salud y otros determinantes sociales de la salud que difieren sistemáticamente en grupos de la población”.
La presidenta saliente de APA, Jennifer Kelly, afirmó que “la psicología puede hacer una contribución enorme en la promoción de la equidad en la salud”.
“El equipo de tareas (que redactó el informe) ha hecho recomendaciones audaces y concretas para toda la psicología, desde el reclutamiento y tutoría de estudiantes de color para que se conviertan en psicólogos, a la promoción de modelos de pago creativos que lleven el cuidado de la salud mental a las comunidades desfavorecidas”, agregó.
El informe recomienda vías para aumentar la diversidad racial y étnica de la profesión de psicología, y señaló que actualmente más de 80 % de los profesionales que trabajan en ese campo se identifican como “blancos”.
Otras recomendaciones incluyen bregar por obtener mayor financiación federal y privada para la investigación, y la “adopción de lenguaje y prácticas nuevas para que las publicaciones académicas reduzcan su parcialidad y aseguren un informe coherente de las características demográficas”.
Un estudio publicado en enero de 2020 en la revista Perspectives on Psychological Science, el cual analizó 26.000 artículos empíricos publicados entre 1974 y 2018 en las revistas más prestigiosas de psicología, encontró que en las cinco décadas anteriores las publicaciones psicológicas que enfocaban la raza “han sido raras”.
Además, señaló ese artículo, “la mayoría de las publicaciones han sido editadas por editores blancos y muchas de las publicaciones que encararon el asunto de raza han sido escritas por autores blancos que emplearon significativamente menos participantes de color”.