Miami, 11 dic (EFE).- El puerto de Miami registró más de 7,2 millones de pasajeros durante el año fiscal 2023, cifra que supone un récord para esta terminal del sur de Florida (EE.UU.), considerada la capital mundial de este sector.
Según informó este lunes el condado de Miami-Dade, durante el periodo fiscal que comenzó el 1 de octubre de 2022 y culminó el 30 de septiembre de este año un total de 7.299.294 pasajeros pasaron por el puerto de Miami, un incremento del 6,97 % respecto al anterior récord de 6,8 millones de pasajeros registrado en el año fiscal 2019.
En lo que respecta a la carga, el puerto alcanzó los 1,09 millones de Unidades Equivalentes a Veinte Pies (TEU por sus siglas en inglés), es decir, que por noveno año fiscal consecutivo superó la marca del millón.
“El puerto es líder de la industria, preparado para el futuro y comprometido con un crecimiento innovador, eficiente y sostenible”, destacó hoy en un comunicado la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava.
El puerto de Miami es uno de los motores económicos de este sureño condado de Florida, al que aporta unos 43.000 millones de dólares anuales (40.000 millones de euros) y genera más de 334.500 puestos de trabajo.
El actual periodo fiscal se vislumbra como un buen auspicio para este puerto, en vista de que en enero próximo empezará a operar ahí el ‘Icon of the Seas’, de la compañía Royal Caribbean, considerado el crucero más grande del mundo.
Asimismo, en los primeros meses del año fiscal 2024 ya han iniciado operaciones hasta siete diferentes cruceros que tienen su puerto base en Miami, entre los cuales figuran el ‘Costa Venezia’ (de Carnival), ‘Explora I’ (MSC Cruises) y el ‘Norwegian VIVA’ (Norwegian Cruise Line).
Desde la pandemia de la covid-19 las compañías Carnival, Norwegian y Virgin Voyages han abierto tres nuevos terminales en el puerto de Miami, mientras que MSC Cruises esperar abrir su nueva terminal en 2024.
El Puerto de Miami prevé tener terminado para el próximo año un sistema de suministro eléctrico en cinco terminales, el cual permitirá a los barcos apagar sus motores principales mientras estén anclados y, por tanto, reducir la emisión de gases de efecto invernadero.