Washington, 16 dic (EFE).- El científico murciano Alberto Domingo López Muñoz se convirtió este mes en el primer español en recibir el premio anual Norman P. Salzman Memorial en Virología Básica y Clínica en Estados Unidos, país en el que ha hecho carrera y desde donde afirma que en España “falta retención de talento”.
La formación que se recibe en España, según sostiene en una entrevista con EFE, es de calidad, pero luego las ofertas laborales “no son competitivas”, un hecho que considera que impulsa a los profesionales a buscar alternativas fuera.
El joven investigador recibió dicho galardón en un acto el pasado 4 de diciembre en el Centro Clínico NIH en la localidad de Bethesda (Maryland) por sus estudios sobre la covid-19 y otros coronavirus humanos.
“El premio materializa el trabajo y el esfuerzo de los últimos 10 años, pero también visibiliza que la excelencia española está muy presente, no solo en casa”, argumenta.
Esta distinción reconoce el trabajo excepcional de un investigador joven en el campo de la virología dentro de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), los laboratorios Fort Detrick, LEIDOS, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) o la Universidad de Servicios Uniformados de Ciencias de la Salud (USUHS).
López -nacido en Caravaca de la Cruz en 1990- ha centrado sus esfuerzos en entender la capacidad que tienen la mayoría de virus de pasar desapercibidos en el sistema inmune humano y así poder infectar a las personas de una forma efectiva.
De hecho, el doctor estadounidense que da nombre a este galardón, Norman Post Salzman (1926-1997), fue unos de los pioneros en entender aspectos del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) que posibilitaron que una enfermedad que era mortal ahora sea crónica.
España: inversión en formación, pero no en retención
El virólogo molecular emigró a Estados Unidos para su investigación postdoctoral y actualmente reside en Washington DC desde 2019, donde trabaja en el Instituto Americano de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), que forma parte de los Institutos Americanos de la Salud.
El experto -que también ha estudiado en Londres- explica que “a los perfiles científicos de excelencia se les están pagando (en España) cantidades cercanas al salario mínimo”. Él tiene además la sensación de que la figura del científico en su país no es admirada ni reconocida.
“Cuando vamos fuera aprendemos a conducir un Ferrari y somos capaces de hacer ‘pole position’ y luego pretenden que volvamos a España y sigamos haciendo ‘pole position’ conduciendo un 600 o un BMW”, sentencia en la cita con EFE.
Con esta metáfora -que dice que es muy común entre los círculos de científicos españoles en Estados Unidos- puntualiza que, aunque siempre está abierto a “estudiar oportunidades”, por ahora no se plantea volver a instalarse en su país natal.
La pandemia como momento de inflexión
Pero sí cree que existió “un momento de inflexión” en el reconocimiento a la investigación científica: la pandemia del coronavirus llevó al mundo a una situación sin precedentes y hubo mucha conexión entre “las instituciones, la política y la ciencia”.
En este sentido, López destaca que los llamados “programas de preparación”, que monitorean periódicamente la circulación de patógenos para predecir nuevas olas o nuevas variantes de un virus, pueden marcar la diferencia, e insiste en que en Estados Unidos es más habitual hacerlo que en otros países.
Comprometido con la visibilidad de su profesión, el murciano es el presidente de la Asociación de Científicos Españoles en Estados Unidos (ECUSA) en Washington DC con la voluntad de “juntar esfuerzos” entre profesionales y hacer notar la “envergadura de la exportación científica española en el escenario internacional”.
“Hay investigadores españoles prácticamente en todas las ramas de conocimiento científico en Estados Unidos, en lugares tan impresionantes como la NASA”, ratifica López, quien ahora ha visto recompensada su trayectoria.